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En la coyuntura actual producida por la pandemia del coronavirus , muchos padres caen en actitudes sobreprotectoras con sus hijos en el afán de cuidar su salud y resguardar sus emociones ante alguna noticia negativa. Ante esto es importante ayudarlos a que desarrollen resiliencia y una mentalidad de crecimiento.
La resiliencia es la capacidad para afrontar las dificultades y problemas, superarlos y transformarlos en experiencias positivas; mientras que la mentalidad de crecimiento es la capacidad de entender que el desarrollo de cada persona es distinto y que sus habilidades pueden mejorar con el tiempo. Ambas son muy importantes porque nos permitirán enfrentar los retos de una forma diferente.
Elvira Cachay Vidal, Directora Regional de Innova Schools, explica cuáles son los puntos más importantes a tomar en cuenta para ayudar a los pequeños:
1. Aceptar el proceso natural de independencia y confiar en su capacidad de resolución
Al crecer, los niños van siendo capaces de hacer cosas por sí solos y en este proceso van reconociendo sus habilidades. Los padres deben permitirles desarrollar su independencia, promover espacios para que intenten resolver sus problemas antes de pedir ayuda, sin dejar de supervisarlos ante situaciones de peligro.
2. Alimentar su autoestima positivamente
Es importante ayudarlos a identificar sus fortalezas y reconocer en ellos no sólo el objetivo alcanzado sino el esfuerzo para lograrlo.
3. Mostrar el lado positivo de las cosas
Una de las grandes labores como padres es hacerles observar las diferentes perspectivas de las cosas, enseñándoles a ver el error, como una oportunidad de aprendizaje y ayudando a mirar los cambios como parte de la vida.
4. Brindar estrategias para enfrentar la frustración
Las cosas no siempre saldrán como ellos esperan y es ahí donde la capacidad de resiliencia cobra un papel fundamental. Por ello, es importante ayudarlos a verbalizar sus emociones para incrementar sus niveles de tolerancia a la frustración.
5. Frente a las malas noticias
Vivimos tiempos muy difíciles y los niños no son ajenos a la realidad. Es importante hablarles con la verdad tomando en cuenta su edad para ahondar o no en los detalles y no tener miedo de mostrar y compartir con ellos nuestras emociones.
Finalmente, Cachay recalca que la sobreprotección puede ser un freno en el desarrollo de diferentes capacidades de los hijos. Cada vez que los niños enfrentan dificultades aprenden a generar sus propios recursos personales, emocionales y comunicativos. De esta manera fortalecen su autoestima y desarrollan tolerancia y resiliencia, lo que les permitirá manejar mejor, situaciones adversas como, por ejemplo, la actual.