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En los últimos años, el concepto de sostenibilidad ha ido abarcando cada vez mayor importancia, por lo que son diversas las industrias que han optado por gestionar de manera más responsable sus recursos con el fin de contribuir con el medio ambiente . Es así que el sector construcción se sumó a esta ola con miras a reducir su impacto en el ecosistema.
De acuerdo a un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la mitad de la humanidad, más de 3.500 millones de personas, viven hoy en las ciudades y se prevé que esta cifra aumentará a 5.000 millones para el año 2030.
“En este contexto es importante promover el desarrollo de construcciones sostenibles, con uso de materiales renovables para la construcción de viviendas que no generen un impacto negativo en el ambiente. Son proyectos más rentables por ser eficientes en su consumo de agua y electricidad”, comenta Narciso Arméstar, Director Académico de la Universidad Continental.
En esa línea, el especialista comparte cinco características que permiten distinguir si una edificación es amigable con el medio ambiente.
1. Consumo mínimo de agua: Una construcción sostenible busca el ahorro máximo del agua. Algunos de los ejemplos más comunes implican la instalación de cañerías eficientes tanto en cocina, duchas e inodoros. Existen proyectos que instalan submedidores para hacer un seguimiento a las tendencias de consumo, así como para revisar el desempeño de equipos y detectar oportunidades de mejora, como fugas.
2. Aprovechamiento de la luz natural: Una edificación sostenible debe aprovechar la luz natural por más horas para reducir el consumo de energía eléctrica. Por lo general, este tipo de viviendas cuentan con mamparas de piso a techo y espacios abiertos para beneficiarse al máximo de los rayos solares.
“Dentro de la arquitectura sostenible existen herramientas, como el heliodón, que permite simular la trayectoria del sol en una construcción o área urbana. De esta manera se podrá promover el ahorro de energía y aprovechamiento máximo de la luminosidad solar”. Recientemente, las egresadas de esta casa de estudios, Natalia María Román Hovispo y Katherine Viviana Gómez, crearon el primer heliodón desmontable del Perú, para compartir conocimiento y promover el trabajo colaborativo en el desarrollo de ciudades sostenibles.
3. Mejora la calidad del aire: Otra de las características de las edificaciones sostenibles es que cuidan no solo del bienestar del usuario, sino también su salud. Este tipo de proyectos reducen la concentración de C02 porque su ventilación es más natural y se restringen las áreas para fumadores.
4. Ahorro energético: El implementar sistemas LED de iluminación genera un ahorro de hasta un 88% de energía eléctrica, en comparación a los sistemas convencionales, promoviendo menos gasto en energía eléctrica, afectando menos al medio ambiente.
“Cuando hablamos de reducción del uso de la energía también nos referimos a la implementación de la correcta elección de cristales, equipo mecánico, iluminación natural, así como la aplicación de energías renovables”, finaliza.
5. Reducción de residuos: Se debe aplicar a todas las etapas de la edificación, desde la etapa de la construcción hasta la vida útil de la vivienda. El objetivo es minimizar el volumen de los desechos y trasladarlos a aquellos lugares que puedan volver a reutilizarlos o reciclarlos. La arquitectura sostenible permite aprovechar al máximo todos los residuos con el fin de promover la conservación del medio ambiente.
Con estas recomendaciones los usuarios podrán conocer más acerca de las construcciones sostenibles además de porque es necesario promover la arquitectura verde y de implementar herramientas que ayuden a nuestro ecosistema tales como el heliodón desmontable desarrollado por la Universidad Continental.