(Foto: Flickr / Catholic Church England and Wales)

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El papa Francisco condenó que algunas parroquias se conviertan en “casas de negocio” y cobren por celebrar sacramentos como bautizos y bodas.

Durante su homilía en la misa matutina de la capilla de su residencia, la Casa de Santa Marta, el sumo pontífice habló del día en que Jesús expulsó a los mercaderes “porque habían transformado la casa de oración en una cueva de ladrones”.

“Cuántas veces entramos en una iglesia, aún hoy, y hemos visto la lista de los precios para el bautismo, la bendición, las intenciones para la misa. Y el pueblo se escandaliza”, denunció Francisco.

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El papa Francisco recordó que cuando se ordenó como sacerdote, una pareja de novios llegó a su iglesia para casarse en una ceremonia que incluyera la misa, pero el párroco se negaba porque la celebración no podía durar más de 20 minutos porque ocuparían dos turnos.

“¡Y para casarse con una misa tuvieron que pagar dos turnos!”, exclamó antes de advertirse que eso “es un pecado”.

En esa línea, el papa Francisco recomendó a los fieles que cuando vean estas cosas “tengan el valor de decírselo a la cara al párroco”.

“Hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente”, sentenció.

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