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La lujosa casa del presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su esposa, Angélica Rivera, en un exclusivo barrio de la capital, genera controversias en el país debido a que fue construida por una empresa involucrada en una licitación cancelada.
Según Aristegui Noticias, el mandatario no incluyó la vivienda valorizada en US$7 millones en su declaración patrimonial. La residencia es custodiada por el Estado Mayor Presidencial, el cuerpo militar encargado de resguardar al jefe de Gobierno y a su familia.
Al respecto, el portavoz de la Presidencia de México, Eduardo Sánchez, indicó que la propiedad es de la primera dama. “La está pagando con su propio dinero”, aclaró. De acuerdo a Sánchez, la actriz compró los terrenos en enero de 2012, antes de que su esposo fuera elegido en el cargo, para ampliar la propiedad que ya tenía en la zona.
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El punto en cuestión es que la mansión fue construida por la empresa Inmobiliaria del Centro, una filial del Grupo Higa, al que también pertenece Constructora Teya, que participó en el consorcio chino al que se adjudicó el contrato de US$3.700 millones para construir la línea ferroviaria de alta velocidad de México a Querétaro.
La licitación recibió críticas en el Congreso porque el consorcio chino era el único postor y por la rapidez con la que se entregó el contrato. Asimismo, se sospechó de vínculos de Peña Nieto y su Partido Revolucionario Institucional (PRI) con los contratistas. La buena pro se canceló a mitad de esta semana.