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El asesinato de Berta Cáceres, líder de la etnia lenca de Honduras, ha alertado a la comunidad internacional sobre la violencia contra defensores de los derechos humanos y el medio ambiente en el país centroamericano.

La activista de 45 años, quien en 2015 fue recibida en el Vaticano por el papa Francisco, llevaba más de dos décadas de lucha contra autoridades y empresas en defensa del agua y los bosques.

Las manifestaciones de repudio por el crimen y de reconocimiento por el legado de Berta Cáceres llegan de todo el mundo a Honduras, tierra que se negó a abandonar a pesar del peligro que corría.

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El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), políticos y expertos de Estados Unidos pidieron más protección para activistas. Asimismo, la Coordinadora de Mujeres Rurales e Indígenas de Paraguay (Conamuri), colectivos de España, líderes indígenas de Ecuador y organizaciones de Guatemala.

En 1993 Berta Cáceres fundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), al lado de su exesposo Salvador Zúniga, en la ciudad de La Esperanza, departamento de Intibucá. Desde entonces no detuvo su lucha por el respeto a los pueblos originarios y los recursos naturales.

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La ambientalista fue una férrea opositora a la construcción de represas hidroeléctricas pretendida por empresas nacionales y extranjeras. Durante el Gobierno de Carlos Roberto Reina, entre 1994 y 1998, acompañó en protestas hasta el Congreso y la casa presidencial a indígenas que llegaban a la capital Tegucigalpa.

Como protectora del medio ambiente y de derechos humanos, Cáceres fue galardonada en 2015 con el Premio Medioambiental Goldman.

(Foto: EFE)

¿ASALTO O ASESINATO SELECTIVO?

La Policía investiga si el asesinato de Berta Cáceres, cometido hoy a disparos por dos supuestos asaltantes en su casa de La Esperanza, fue realmente por robarle pertenencias o por encargo.

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El jefe del Estado, Juan Orlando Hernández, calificó el acto como “un crimen contra Honduras”

Líderes de América, como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, han destacado el legado de la luchadora social. El embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, James Nealon, condenó el asesinato de Berta Cáceres.


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