(Foto: USGS)
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El volcán Mayón, uno de los más activos de Filipinas, ha vuelto a despertar causando temor en las poblaciones aledañas en donde han empezado las evacuaciones ante la amenaza que la erupción sea explosiva
Una cascada de lava comenzó a descender del volcán antes de la madrugada del miércoles, por lo que las autoridades apresuraron la evacuación a las poblaciones cercanas al macizo.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Philvolcs) había advertido que el volcán estaba provocando terremotos volcánicos y desprendía rocas incandescentes. El Mayón ha expulsado diariamente más de 511 toneladas de dióxido de azufre y algunos días, llegó a liberar más de 1.000 toneladas.
El director de la agencia estatal de vulcanología, Renato Solidum, declaró que el magma continúa ascendiendo a la superficie, aunque se mantendrá el nivel de alerta en tres.
“Ya está en erupción, pero no es explosiva”, precisó según AP. “En este momento, la actividad es sólo lava que desciende. Si hay una explosión, todos los lados del volcán están amenazados“
EVACUACIÓN
Las autoridades han establecido un perímetro de seguridad de 8 kilómetros desde el cráter. Alrededor de 51.600 personas en 65 localidades han sido obligadas a evacuar con el apoyo de las Fuerzas Armadas de Filipinas, que pasan puerta por puerta a revisar que no se quede nadie.
El Mayón es uno los atractivos turísticos de Filipinas, por lo que las autoridades también deben vigilar a los visitantes. Se espera que debido a la reciente actividad del volcán, aumente el número de turistas.
Se han designado seis puntos para los turistas que quieran ver al volcán en actividad.
El volcán, ubicado en la isla de Luzón y con 2.460 metros de altura, es uno de los más activos de Filipinas. Una de sus peores erupciones ocurrió en 1814 cuando enterró a la ciudad de Cagsawa y mató a 1.200 personas.
En 2013, el volcán entró en actividad y arrojo una nube de ceniza y rocas. En aquella oportunidad causó la muerte de cinco personas.
