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El partido del Kremlin y Vladimir Putin, Rusia Unida, aplicó hoy a rajatabla el viejo principio de renovarse o morir al aprobar unas primarias a nivel nacional para elegir a sus candidatos con vistas a los comicios legislativos de septiembre.
“El partido debe cambiar. No somos el Partido Comunista de la Unión Soviética” (PCUS), aseguró Dmitri Medvédev, primer ministro y líder del partido, al dirigirse al XV congreso federal de la formación oficialista.
Rusia Unida (RU), del que Vladimir Putin es considerado líder histórico, parece haber tomado nota de las traumáticas elecciones de diciembre de 2011, cuando las denuncias de fraude desembocaron en las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética.
A esto se suma ahora la crisis económica y la dramática caída del nivel de vida de los rusos que, según la oposición y los analistas, podría provocar una nuevo ola de descontento y amenazar la victoria del partido de Vladimir Putin en las elecciones del 18 de septiembre.
Ante estos antecedentes y la peligrosa coyuntura socioeconómica – la economía volverá a contraerse este año tras caer un 3,7 % en 2015 -, el partido ha optado por democratizar el partido al estilo de las formaciones socialdemócratas europeas y hacer énfasis en las políticas sociales.
“Estoy convencido de que esto reforzará el potencial del partido, aumentará su apoyo popular y permitirá celebrar con éxito la campaña electoral”, reza el mensaje del presidente de Rusia , Vladimir Putin, leído a los asistentes al congreso.
Vladimir Putin, quien cedió la dirección de la formación oficialista a Medvédev, destacó que, de esa forma, Rusia Unida estará en permanente diálogo con la ciudadanía y dará muestras de transparencia y democracia interna.
“El partido muestra capacidad de renovación”, agregó Putin, quien se alejó a tiempo de RU para no verse afectado por sus problemas y creó una plataforma electoral llamada Frente Popular con la que acudirá a las presidenciales de 2018.
Las primarias se celebrarán en toda Rusia por medio de sufragio directo y secreto el 22 de mayo, aunque cada votante podrá apoyar a más de un candidato.
“Quiero destacar que no habrá ni listas pactadas de antemano ni promoción de candidatos cómodos. Aquellos que reciban el apoyo de la gente, participarán en las elecciones a la Duma o cámara de diputados”, dijo Medvédev.
El líder de Rusia Unida advirtió que, a partir de ahora, “no hay otro medio de entrar en las listas” del partido y “no puede hacer excepciones ni para las personas más cercanas”, en un intento de acabar con el nepotismo.
“Eso es inadmisible. Los recursos del partido deben usarse en interés de todo el pueblo. Esa es la postura del presidente y la mía como líder del partido”, apuntó.
Además, el partido introdujo a 52 nuevas caras en su dirección, entre las que figuran personalidades de la cultura, condecorados militares, empresarios y deportistas retirados.
Entre otros, excluyó de ese órgano a los ministros del Gobierno más impopulares como es el caso de los titulares de Cultura, Dmitri Livanov, y Finanzas, Antón Siluánov, y la diputada Irina Yarovaya.
“No es algo terrible. Si se respeta plenamente este principio, la dirección del partido habrá cambiado completamente en seis años”, subrayó.
El primer ministro destacó que “para Rusia Unida es fundamental ganar justo ahora, no cuando hay éxitos y el petróleo sube, sino cuando estamos en una fase de desafíos y decisiones difíciles”.
“El país se encuentra en una situación difícil. Las razones son conocidas. Tenemos muchos problemas propios. Además, nos presionan por todas partes. Les pido que no prometan lo que no pueden cumplir. La era de los grandes réditos petroleros se terminó”, dijo.
Descartó planes radicales como una posible redistribución de la riqueza como en 1917, ya que eso significaría emitir más dinero y disparar la inflación hasta lo imposible, pero prometió medidas sociales.
Para empezar, adelantó recortes del gasto en las administraciones públicas del 10 %; apoyo a la agricultura; introducción de subsidios para familias numerosas más desfavorecidas y liberar de impuestos a millones de autónomos durante 2 o 3 años.
También prometió rebajar los impuestos a las empresas, abordar una segunda indexación para las pensiones, que han caído por vez primera por debajo de la inflación, combatir la escasez de medicinas y advirtió contra los retrasos en los pagos de los sueldos a profesores, médicos y universitarios, su principal granero de votos.
“Ninguna de las actuales fuerzas políticas, aparte de nosotros, puede cumplir realmente las obligaciones contraídas. Debemos demostrar que la vida en Rusia va a cambiar para mejor. De hecho, ese será nuestro programa electoral”, subrayó.
La oposición liberal, que acusa a Rusia Unida de monopolizar el poder e impedir la alternancia, intenta formar una lista única para las legislativas y, en caso de éxito, apoyará la candidatura del fundador del histórico partido Yábloko, Grigori Yavlinski, en las presidenciales de 2018.
Fuente: EFE
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#Putin defiende políticas sociales en medio de recesión en #Rusia https://t.co/sGR18myJpg pic.twitter.com/8ecLN6NcTU
— La Prensa (@laprensaperu) enero 25, 2016
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