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El presidente de Colombia , Juan Manuel Santos, afirmó este viernes que cuando se llegue a un eventual nuevo acuerdo de paz escogerá para refrendarlo “el camino que menos polarice” a su país y recordó que la oposición “no quiere un nuevo plebiscito”.
“Vamos a lograr un nuevo acuerdo con más amplio consenso, más fortalecido, con más legitimidad”, explicó Juan Manuel Santos en un coloquio con varios presidentes latinoamericanos dentro del IX Encuentro Empresarial que se celebra en Cartagena de Indias como antesala de la XXV Cumbre Iberoamericana.
Santos hizo esta reflexión en medio de la renegociación del acuerdo de paz alcanzado entre su Gobierno y las FARC tras cuatro años de negociaciones en La Habana y que fue rechazado por el pueblo colombiano en el plebiscito celebrado el pasado 2 de octubre.
Recordó que como presidente del país mantiene sus facultades de negociar procesos de paz, presentarlos a las instancias que corresponde – en este caso el Congreso colombiano – y también la de convocar otro plebiscito si cree “que es lo conveniente”.
“Hay otros mecanismos de refrendación popular que podríamos utilizar. Yo lo que quiero es la unión del país, la polarización lo que hace es estancar las sociedades. En la medida en que podamos disminuir esa polarización, a todos nos va mejor”, aseveró.
El diálogo político abierto tras el fallido plebiscito sobre la paz está siendo “fluido, positivo y provechoso”, indicó el mandatario, quien reiteró que si se logra un nuevo acuerdo, “veremos qué camino es el que menos polariza” y el que permite cerrar un pacto de paz “más legitimado y más profundo”.
También insistió en la necesidad de alcanzarlo lo más pronto posible, porque “el tiempo conspira contra el proceso” y el cese al fuego bilateral que rige en este momento “es una situación muy frágil” en tanto no se firme la paz definitiva.
El cese el fuego entró en vigor el pasado 29 de agosto, una vez que las partes anunciaron que habían llegado a un acuerdo final de paz, y tras el rechazo de éste en el plebiscito Santos lo prorrogó, en tanto las FARC han insistido en que mantendrán esa medida y solo utilizarán “la palabra como arma”.
El mandatario defendió su apuesta inicial por el plebiscito porque pensó que “era lo correcto” para que el acuerdo tuviera legitimidad popular, a pesar de la oposición de la guerrilla, otros partidos políticos y “mucha gente del Gobierno” que vieron en esa consulta una mala idea.
Tras el rechazo del acuerdo de paz en el plebiscito, Santos decidió abrazar el resultado desde el optimismo, pensando que “se podía encauzar el proceso para salir mejor de lo que estábamos antes”.
“Todos los colombianos decían que querían la paz. Aprovechamos las circunstancias para ver qué paz es la que queremos”, subrayó.
Recordó que en las últimas semanas su Gobierno se ha reunido con las partes negociadoras y también ha mantenido más de 40 encuentros con los máximos exponentes del “no” al acuerdo inicial de paz, con el fin de escuchar sus propuestas y lograr un nuevo acuerdo lo antes posible.
Más allá, destacó que tras el plebiscito se reunió por primera vez en cinco años y medio con su antecesor en la Presidencia de Colombia, Álvaro Uribe, máximo exponente de los sectores que hicieron campaña por el “no” al acuerdo con las FARC.
Además de con el uribismo, el Gobierno se ha reunido con otros colectivos en desacuerdo con el resultado de los diálogos de La Habana, entre ellos los pastores evangelistas, la iglesia católica y un sector de las víctimas.
“Creo que lo vamos a lograr. Esto nos ha dado la oportunidad de aclarar muchas de las percepciones equivocadas que existían sobre el proceso”, arguyó el presidente colombiano, quien puso como ejemplo la confusión generada en las iglesias por el novedoso enfoque de género de los acuerdos, que los responsables religiosos confundieron con la “ideología de género”.
Ese enfoque se basa en garantizar a las mujeres iguales derechos que los hombres en el posconflicto, puntualizó Santos.
En este coloquio participaron también los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; México, Enrique Peña Nieto; Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, con el rey Felipe VI de España y la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, en el público.
(Fuente: EFE)