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Luego de las denuncias por “uso de información privilegiada” y “tráfico de influencias” que recaen sobre su hijo Sebastián Dávalos, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet salió al frente tras las críticas y aseguró que su gran prioridad es trabajar por una “nación más justa y equitativa” y reconoció que “como madre y presidenta han sido momentos difíciles y dolorosos”.
Ante la prensa de su país negó estar al tanto de la reunión que tuvo su hijo con el vicepresidente de uno de los principales bancos del país, lo que le permitió a su esposa acceder a un millonario crédito para la compra de terrenos.
“Yo no tuve ninguna información previa ni después. Me informé en (la localidad de) Caburgua por la prensa”, dijo la presidenta Michelle Bachelet, quien hizo su primera aparición pública tras tres semanas de vacaciones.
Agregó que “conozco bien mi responsabilidad como presidenta de la República y como tal hay una gran prioridad que yo me fijé en este gobierno, en el anterior y en toda mi vida, la cual es seguir trabajando para que tengamos una nación más justa y equitativa”.
MILLONARIO PRÉSTAMO
El escándalo en Chile estalló luego que la revista Qué Pasa reveló que la esposa de Sebastián Dávalos, Natalia Compagnon, había obtenido un crédito por 10 millones de dólares por parte del Banco de Chile para la compra de un terreno en la localidad de Machalí (sur), que aumentaría su valor tras un cambio en el uso de suelos.
Según se indicó, ella recibió el préstamo tras una reunión que sostuvieron ella y su esposo con el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic, uno de los hombres más ricos del país.
Los terrenos comprados por Natalia Compagnon fueron vendidos posteriormente por su empresa, logrando una ganancia de cuatro millones de dólares.
Esto desencadenó la renuncia de Sebastián Dávalos, hijo de Michelle Bachelet al cargo de director de organizaciones socioculturales de su gobierno, ejercido tradicionalmente por las primeras damas y por el cual no percibía remuneraciones.
NO RESPONDIÓ POR SUPUESTO ESPIONAJE
En la ceremonia en la que solo aceptó responder tres preguntas de los periodistas, todas ligadas a la acusación contra su hijo, la presidenta Michelle Bachelet no brindó declaraciones sobre el presunto caso de espionaje en el que tres marinos peruanos habrían favorecido con información confidencial a Chile.
En días previos, el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Gonzalo Gutiérrez, afirmó que existen “pruebas claras y fehacientes” acerca del espionaje y que el país espera una respuesta “precisa y clara” por parte de Chile.