(Foto: Marina de Guerra del Perú / Flickr)

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Esta semana un nuevo caso de supuesto espionaje de militares peruanos para Chile ha sido revelado a través de los medios de comunicación. Hasta el momento se conoce de tres marinos presuntamente implicados, aunque existe la posibilidad de que hayan formado parte de una organización.


[Actualización 21.02.2015 a las 01:45 pm]

RESPUESTA POR VÍA DIPLOMÁTICA

El ministro portavoz del Gobierno de Chile Álvaro Elizalde, reiteró que su país no acepta el espionaje y manifestó que responderá vía diplomática la nota de protesta que envió el Perú por el caso difundido esta semana.

“Se le dará la respuesta correspondiente por las vías diplomáticas”, declaró Elizalde, quien agregó que “Chile seguirá promoviendo el fortalecimiento de las relaciones bilaterales” con el Perú a través de una agente de futuro.

Por su parte, el canciller peruano, Gonzalo Gutiérrez, aseveró que está en condiciones de afirmar que sí se trató de un caso de espionaje militar , lo cual fue comunicado a su par chileno, Heraldo Muñoz.

“Se le ha dado (a las autoridades chilenas) información que permite determinar que efectivamente aquí hubo un caso de espionaje militar”, precisó en RPP.


[Actualización 21.02.2015 a las 08:00 am]

EXTRANJEROS PAGABAN US$ 1.500 POR INFORMES DE BUQUES PERUANOS

El agente de la Dirección de Inteligencia de la Marina (DIM) técnico de tercera Alfredo Domínguez Raffo, reveló durante el interrogatorio del fiscal militar que personas de nacionalidad extranjera lo reclutaron para enviar informes sobre la situación política y social del Perú.

Sin embargo, estas personas le aumentaron la paga a fin de que les entregara reportes sobre la flota de la Marina de Guerra del Perú, de acuerdo a La República . En un inicio le pagaron US$500, y luego le abonaron US$1.500 por los informes referidos a los buques de la armada peruana.

El fiscal naval, capitán de corbeta Máximo Lupérdiga, dado que Domínguez era agente de la DIM sabía que país vecino nuestro podría estar interesado en dicha información, y consideró que lo más grave es que nunca lo reportó con sus superiores.

Domínguez, quien permanece recluido en la Base Naval del Callao, admitió que estas personas extranjeras le pagaron los pasajes y la estadía en Sao Paulo y Río de Janeiro (Brasil), lugares que visitó sin el permiso debido.

De acuerdo al testimonio del agente Domínguez, contactó con Giancarlo Campioli, así como una persona de acento argentino, y otra con dejo español. Según indicó, cuando le entregaron un USB con un programa de encriptación para el envío de información, se dio cuenta que “estaba siendo captado para realizar actividades propias” de su institución “en beneficio de un país extranjero, desconociendo el país específico”.

Domínguez declaró que evitó dar la información requerida por Campioli bajo el argumento de que se encontraba en Iquitos, sin embargo, este hombre siguió llamándole y le dio US$ 1.500 dólares, a fines de 2013. “”El señor Giancarlo continuó contactándose, no contestándole el teléfono en algunas oportunidades (…) hasta que dejé de contestar sus llamadas”, agregó el agente.

El abogado de Domínguez, Danilo Guevara, manifestó que su defendido no reportó el hecho a sus superiores “por temor” a que fuera denunciado. Sin embargo, para las autoridades militares, considerando los 20 años de experiencia “sabía lo que hacía”.

TORRE TAGLE LLAMA A CONSULTA A EMBAJADOR DEL PERÚ EN CHILE

El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú llamó a consulta a su embajador en Chile y expresó su “enérgica protesta y rechazo por las acciones de espionaje en contra de la seguridad nacional”.

De igual modo, instó al gobierno de Michelle Bachelet a llevar a cabo “una rápida y profunda investigación a fin de procesar a los responsables de estos actos y se informe al Gobierno del Perú del resultado de la misma”.

CHILE NIEGA ESPIONAJE

A través de un comunicado de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile rechazó la denuncia de un supuesto espionaje a la Marina de Guerra del Perú.

“El Gobierno de Chile señala que no promueve ni acepta acciones de espionaje en otros Estados ni en su propio territorio”, señala el documento.


[Nota original 20.02.2015 a las 09:40 am]

Tres marinos son procesados en el fuero militar por los delitos de infidencia, traición a la patria y desobediencia, al haber vendido información sensible a oficiales chilenos, revelaron los medios de comunicación.

El presidente del Tribunal Militar Policial, general EP Juan Ramos Espinoza, informó que en un inicio, los tres marinos fueron investigados por el delito de desobediencia. “Pero a medida que avanzaban las investigaciones se determinó la existencia de otros delitos más graves, como traición a la patria e infidencia”, indicó.

Sin embargo, a la fecha solo los suboficiales Johnny Richard Philco Borja y Alfredo Marino Domínguez Raffo son investigados por traición a la patria e infidencia; el técnico de tercera Alberto Gonzáles es acusado de desobediencia.

Según informaron fuentes a La República , por la naturaleza de los delitos se cree que los tres marinos actuaron como una red de agentes concertados para cometer los actos delictivos. Ramos considera que los acusados forman parte de una organización que podría ser determinada en las investigaciones.

RESERVA POR SEGURIDAD NACIONAL

Ramos Espinoza había indicado en conferencia de prensa, que de acuerdo a las investigaciones los marinos enviaban imágenes con mensajes encriptados a través de correos electrónicos a presuntos oficiales chilenos.

“Son imágenes que solo podían entender el remitente y el que las recibía. Manejaban un código encriptado”, refirió al tiempo de considerar que había indicios razonables de que esa información podría afectar la seguridad nacional.

De hecho, fuentes señalan a La República que la exposición del caso en los medios podría entorpecer la investigación que buscaba determinar quiénes eran los presuntos cómplices de Domínguez, Philco y Gonzales.

Por su parte, el presidente de la República, Ollanta Humala, aseveró que el proceso contra los presuntos espías peruanos para Chile se mantuvo en reserva por seguridad nacional, debido a que las investigaciones aún no habían concluido.

¿CÓMO CAYERON LOS PRESUNTOS ESPÍAS?

La investigación contra Johnny Philco Borja comenzó el 25 de agosto de 2014 y la de Alfredo Domínguez el 17 de octubre de 2014. Desde el inicio cumplen prisión preventiva. Si bien a Alberto Gonzales también se le abrió investigación por traición a la patria, en su caso no encontraron mayores indicios.

Uno de los hechos que llamó la atención de las autoridades para investigar a estos integrantes de la Marina de Guerra del Perú, fueron los numerosos viajes que realizaron sin la autorización de sus superiores.

Después del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya en enero pasado, los agentes de contrainteligencia de la Dirección de Inteligencia Naval (DIN) detectaron que Domínguez Raffo ofrecía sus servicios a empresas extranjeras y viajaba con frecuencia al exterior.

De acuerdo a su movimiento migratorio, viajó en tres oportunidades a Brasil en 2011 y una vez en 2012, sin que tuviera los recursos para financiar estos vuelos.

Los agentes también notaron que Philco Borja, promoción de Domínguez en el Instituto de Educación Superior Tecnológico Naval (CITEN), también tenía algunos viajes sospechosos. Había ido una vez a Bolivia, dos a Brasil, cinco a Argentina y seis a Chile.

¿CÓMO VAN LAS INVESTIGACIONES?

La Marina de Guerra del Perú decidió denunciarlos porque se halló indicios razonables de que se apropiaron de información sensible de la institución, y se cree que esta fue vendida a los servicios secretos de Chile.

El fiscal castrense, capitán de fragata Luis Salas Balbuena, determinó que los marinos utilizaron información que sí colocaba en riesgo la seguridad nacional, y se presume que integraban una organización.

Entre las pruebas contra los marinos se entregó la descripción de mapas, documentos clasificados, códigos encriptados y USB que los tres portaban cuando fueron detenidos.

Se cree que uno de los abogados de los marinos fue quien reveló la información a la prensa, cumpliendo de esta forma la amenaza que habría hecho durante la audiencia para resolver un pedido de libertad para los imputados.

¿QUÉ DICEN LOS PRESUNTOS ESPÍAS?

Uno de los marinos implicados, el suboficial Domínguez sostuvo que no entiende por qué se le acusa de traición a la patria en tiempos de paz.

“Yo, como otras personas, quería ganar dinero extra. Tenemos sueldos insuficientes”, declaró a América TV. De acuerdo al informe periodístico, recibía US$ 200 por cada información que entregaba a empresarios italianos dedicados a la pesca.

Además, agregó que él declarará cómo son las cosas. “Tendrán que asumir su responsabilidad. Van a ser afectados”, agregó.

NO SE INFORMÓ A CHILE

El ministro de Defensa, Pedro Cateriano, aseveró que la Marina de Guerra del Perú tuvo conocimiento de la supuesta filtración de información en abril del año pasado. Sin embargo, aclaró que por ahora “no ha habido ninguna comunicación con ningún otro gobierno”.

Manifestó que si se comprobaba que los marinos habían espiado para Chile entonces “obviamente se tendrán que pedir las explicaciones del caso, porque este es un hecho de absoluta gravedad”.

Por su parte, el presidente Humla consideró que de comprobarse la acusación sería “gravísimo para las relaciones bilaterales del Perú y Chile”. “Esto no puede pasar así nomás”, declaró el jefe del Estado.

De otro lado, el ministro secretario general de Gobierno de Chile, Álvaro Elizalde, negó que la presidenta Michelle Bachelet conociera el caso del supuesto espionaje de marinos peruanos para Santiago.

“A propósito de los trascendidos de prensa, me he comunicado esta mañana con el canciller y él me ha comunicado que no se ha informado oficialmente desde el punto de vista diplomático a la cancillería esta situación”, declaró.

LAS PENAS

El delito de traición a la patria en tiempos de paz es penado con no menos de 20 años de cárcel. En el último caso registrado, del espía Víctor Ariza, se le condenó a 35 años de prisión por vender información a Chile.

En los casos de infidencia, como máximo son 10 años de cárcel, y desobediencia, hasta 5.



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