Las víctimas intentaron huir del auto pero pero los atacantes abrieron fuego y los mataron a todos. (Foto: EFE)
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Seis personas, cinco de ellos familiares de un exresponsable de seguridad municipal, murieron en un ataque armado perpetrado en el estado de Guerrero, sur de México, informaron hoy fuentes oficiales.
Entre las víctimas hay dos menores de edad, su madre y dos hombres más, todos familiares de Silvestre Carreto González, extitular de Seguridad Pública del municipio de Chilapa de Álvarez, dijo a Efe una fuente de la Fiscalía de Guerrero.
La sexta víctima presuntamente fue atropellada cuando los atacantes huían del poblado de Tetitlán de la Lima la tarde del lunes.
El ataque se registró cuando la familia viajaba en un taxi desde Ahuihuiyuco hacia Tetitlán de Lima, en México, y poco antes de llegar a su destino el vehículo se metió por un camino de tierra.
Ya sobre ese camino los ocupantes se bajaron del taxi e intentaron huir a pie, pero los atacantes abrieron fuego y los mataron a todos, incluidos un niño de un año y una niña de siete, detalló la fuente.
El atropellado aún está sin identificar. En el lugar quedó el taxi quemado y una camioneta averiada, aparentemente utilizada por los atacantes.
Apenas el 3 de noviembre pasado fue asesinado a tiros Alberto Carreto Cuevas, hijo de Silvestre Carreto, en Ahuihuiyuco.
El municipio de Chilapa de Álvarez es uno de los focos rojos de violencia en Guerrero debido a la férrea disputa que mantienen los grupos antagónicos Los Ardillos y Los Rojos por el control del territorio.
Y es que el dominio de dicha zona es clave para las organizaciones criminales, toda vez que se convirtió en la única ruta para sacar la amapola cultivada en la montaña de Guerrero.
El 1 de mayo pasado Ulises Fabián Quiroz, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue asesinado cuando realizaba una gira de trabajo en busca el alcaldía de Chilapa de Álvarez.
Ese mismo mes los habitantes de la región denunciaron la desaparición de 16 personas, después de que el municipio fue ocupado durante varios días por grupos de civiles armados que se identificaron como policías comunitarios.
A raíz de dichas desapariciones, la Policía Federal tomó el control de la seguridad en el municipio, lo que causó una disminución de la ola de violencia que ha vuelto a resurgir.
(Fuente: EFE)
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