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La primera dama de estados Unidos, Melania Trump , se convirtió en la protagonista del nuevo número de la edición mexicana de la revista Vanity Fair, donde se publica una entrevista en la que ahonda en la relación con su esposo Donald Trump , su familia e incluso se muestra en contra de las operaciones estéticas, una publicación que no se alejó de la polémica.

La portada de febrero muestra a una sonriente Melania vestida de blanco, con un plato lleno de joyas que ella simula estar enrollando en el tenedor como si estuviera comiendo pasta.

En las declaraciones concedidas a la publicación, que ya aparecieron el pasado abril en un artículo de la revista GQ – también del grupo editorial Condé Nast -, la primera dama refleja su posición de “no entrar en política ni en temas legislativos”, porque es Trump “quien se ocupa de esas cosas”.

De los consejos que le da a Donald Trump “nadie se entera y nadie se enterará jamás, todo eso queda entre mi marido y yo”.

Melania Trump narra cómo conoció a su esposo durante la Fashion Week de Nueva York. Entonces no le quiso dar su número de teléfono, y lo que hizo fue pedírselo a él, porque “quería ver cuáles eran sus intenciones”.

“Hubo mucha química entre nosotros, pero su fama no me impresionó. Es posible que él lo notara”, relata Melania Trump, de acuerdo con el avance proporcionado por Vanity Fair sobre el número que se publicará este viernes.

Afirma que nadie la controla, que viaja con Donald Trump cuando puede y que su esposo la “apoya mucho”.

“Si le digo ‘me voy a dar un baño o me van a dar un masaje’, él no se opone”, comenta.

Se muestra en contra del “bótox y las inyecciones”, porque las considera perjudiciales “para la cara y para los nervios”, y dice que nunca ha empleado estos métodos: “Todo es mío. Envejeceré con dignidad, como le pasa a mi madre”, afirma.

Donald Trump lleva adelante un política agresiva contra los inmigrantes , se sabe que Melania llegó a Estados Unidos tras dejar su natal Eslovenia , y no fue sino hasta el 2006 que obtuvo la ciudadanía estadounidense.

A raíz de esto, muchos se pregunta si ella hará algo para que su esposo cambie de opinión sobre los inmigrantes pero todo parece indicar que ella no tiene interés en estos temas. “Decidí no entrar en política ni en temas legislativos. Es mi esposo quien decide y se ocupa de esas cosas”, dijo.