Abu Bakr al Bagdadi, cabecilla del autodenominado Estado Islámico. (Foto: Difusión)

Abu Bakr al Bagdadi, cabecilla del autodenominado Estado Islámico. (Foto: Difusión)

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PERFIL | El líder del grupo terrorista Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh), Abu Bakr al Bagdadi, ha vuelto a ser dado por muerto este martes, en este caso por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, después de que su fallecimiento haya sido anunciado en numerosas ocasiones en Siria e Irak.

La ONG, con sede en el Reino Unido pero con activistas sobre el terreno, ha corroborado la muerte de Al Bagdadi, pero no ha precisado cómo se produjo ni la fecha.

Abu Bakr al Bagdadi pasó los últimos tres meses en un pueblo del este de la provincia nororiental siria de Deir al Zur, en la frontera con Irak, según el Observatorio, que ha citado a “cabecillas de primera y segunda fila del EI”, originarios de esta región.

No es la primera vez que se dice que Al Bagdadi está muerto o herido en Siria o Irak.

El pasado 16 de junio, el Ministerio ruso de Defensa afirmó que Abu Bakr al Bagdadi podría haber muerto el 28 de mayo en un bombardeo de la aviación rusa al sur de la ciudad de Al Raqa, bastión de los extremistas en Siria, lo que hasta ahora ninguna otra fuente ha confirmado.

La “última prueba de vida” del líder de ISIS se difundió en noviembre pasado cuando la organización publicó un supuesto mensaje de audio con su voz para arengar a sus seguidores, aunque su autenticidad no pudo ser verificada.

Ese mes, el gobernador de la provincia iraquí de Nínive, Nofal Hamadi al Sultan, dijo que Abu Bakr al Bagdadi había huido de Mosul, feudo de ISIS en Irak, sin precisar su destino.

Ambicioso y cruel sin límites, Al Bagdadi ha mantenido en jaque a los Estados de la región y a la perpleja comunidad internacional.

Nacido en la localidad iraquí de Samarra, en 1971, Ibrahim Awad Ibrahim Ali al Badri al Samarrai – su verdadero nombre – tiene estudios universitarios y ejerció como imán durante años, antes de unirse a la resistencia armada contra la ocupación estadounidense de Irak en 2003.

Lo hizo bajo el paraguas del grupo terrorista liderado por Abu Musab al Zarqaui, “Tauhid ua Yihad” (Monoteísmo y Guerra Santa), que en octubre de 2004 se convertiría en la filial de Al Qaeda en Irak bajo el nombre de “Seguidores de Al Qaeda y la Guerra Santa en Mesopotamia”.

En ese periodo, fue, según algunas versiones, detenido y encerrado cuatro años en el campo de prisioneros de Bucca, administrado por Estados Unidos (EEUU-USA), antes de reengancharse de nuevo a la lucha yihadista.

Ibrahim, el antiguo orador, también conocido como Abu Duaa, optaría finalmente por el alias de Abu Bakr al Bagdadi al Huseini al Quraishi, con el que pretende identificarse con Abu Bakr, primer califa tras la muerte de Mahoma y con la tribu de este último, los Al Quraishi.

Ya con este pseudónimo, el 16 de mayo de 2010, cuatro años después de la muerte de Al Zarqaui y un mes tras el asesinato del entonces dirigente de la filial de Al Qaeda en Irak, Abu Omar al Bagdadi, Abu Bakr dio su penúltimo paso de gigante convirtiéndose en el líder del grupo, que en octubre de 2006 se había rebautizado como el “Estado Islámico de Irak” (EII).

A la cabeza del EII, su ambición entró en conflicto con la del heredero de Osama Bin Laden al frente de Al Qaeda, el egipcio Ayman al Zawahiri, a quien Al Bagdadi llegó a tachar de “pacifista”.

La ruptura entre ambos se escenificó en abril de 2013, cuando Al Bagdadi anunció la unión de su grupo en Irak con la filial de Al Qaeda en Siria (el Frente al Nusra) en una agrupación común denominada “Estado Islámico de Irak y del Levante”.

Esta decisión, desautorizada por Al Zawahiri, desembocó en su total desvinculación del grupo matriz y en el comienzo de enfrentamientos con Al Nusra y otras facciones rebeldes sirias, en enero de 2014.

Pero su ruptura con la cúpula de Al Qaeda no sería más que el jalón previo para culminar su proyecto: proclamar el califato islámico, abolido oficialmente por Turquía en 1926, del que se autotitula “califa” desde el 29 de junio de 2014.

Días después, coincidiendo con el arranque del mes sagrado de ramadán, protagonizó su primera y única aparición en público, para marcar la nueva fase de su lucha.

Vestido de negro, pronunció la homilía del viernes y dirigió la oración en la gran mezquita de Mosul, que había caído en manos de sus combatientes el 10 de junio anterior.

El anuncio de su supuesta muerte coincide con el retroceso de ISIS en Siria e Irak, donde ayer las autoridades iraquíes proclamaron la liberación de Mosul.

Fuente: EFE

DATOS CLAVES SOBRE BATALLA DE MOSUL

En junio de 2014, ISIS tomó el control de Mosul, la segunda ciudad más importante de Irak, tras la huida del Ejército iraquí. Esta urbe se convirtió en la llamada capital del califato en ese país árabe.

El 17 de octubre de 2016, las fuerzas gubernamentales de Irak, con el apoyo de los Peshmergas (kurdos), milicias de clanes y Multitud Popular (Chiíes), así como con el respaldo aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos (EEUU-USA) ha iniciado la llamada batalla de Mosul, una ofensiva que tiene como objetivo recuperar la ciudad y sus alrededores de manos de ISIS.

Pese a todas las milicias involucradas en la lucha sobre el terreno, solo las fuerzas gubernamentales de Irak entrarán en Mosul. Según lo acordado, ni Peshmergas, ni Multitud Popular ingresarán a la urbe.

El 24 de enero de 2017, las fuerzas iraquíes anunciaron la liberación del este de Mosul. El 9 de julio, las fuerzas iraquíes anunciaron la victoria sobre ISIS en Mosul.

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