Síguenos en Facebook
El secretario general de la ONU invitó a jefes de gobierno y agentes económicos a una cumbre sobre el clima en Nueva York. Christiana Figueres, responsable de la ONU en la materia, habló con DW sobre sus expectativas.
DW:¿ Para qué necesitamos una nueva cumbre y cómo se integra en las conferencias anuales sobre el clima?
Las conferencias anuales tratan sobre un acuerdo vinculante en torno a la protección del medio ambiente que debería ser aprobado en París el año que viene. En Nueva York, no se trata de negociaciones. Es más un intento de impulsar el proceso formal. Se trata de concienciar a la voluntad política y la opinión pública. Es una buena ocasión para que jefes de Gobierno y agentes económicos presenten sus planes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a los participantes que presentasen novedades o pruebas de acciones. ¿Qué se puede esperar?
Muchos gobiernos informarán de lo que ya iniciaron, de lo que tienen pendiente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y sobre cómo preparan sus infraestructuras para combatir los efectos del cambio climático. Sobre todo, queremos escuchar cómo va a contribuir el sector privado a reducir las emisiones. En especial, nos cómo se va a orientar el capital hacia servicios y productos de bajas emisiones de CO2 para acelerar el cambio global hacia una economía libre de emisiones.
¿Espera declaraciones importantes del anfitrión, Estados Unidos, y otros países importantes para el medio ambiente como China?
Sí. Partimos de la base de que todos los países pondrán sobre la mesa cómo van a contribuir el año que viene a las negociaciones. Solo tienen tiempo hasta marzo de 2015 y sabemos que la mayoría están cumpliendo con sus tareas y ya están calculando cómo contribuir política, económica y técnicamente a nivel nacional.
¿Tendrá algún efecto para los estadounidenses y su política climática el hecho de que la cumbre se celebre en Estados Unidos?
El presidente Obama propuso en su segunda legislatura un mayor compromiso con el medio ambiente. Sus propuestas a la Agencia Estadounidense del Clima (EPA) de regular más aún las centrales son, probablemente, lo menos que puede hacer el Gobierno en referencia al clima. Esperamos que el presidente Obama dé a conocer qué más va a hacer. Pero es extremadamente importante que la responsabilidad no solo sea de Gobiernos y consorcios, sino también de la sociedad civil. Hay que concienciar sobre el medio ambiente y mostrar las preocupaciones, animando a países y empresas a implantar una economía libre de CO2.
Vista la paralización de las negociones, ¿deberían tener las ciudades y las regiones un papel más importante?
No se trata de unos u otros. En todas las regiones de la tierra hay ciudades que avanzan enormemente en la materia. También en los grupos regionales. La protección del medioambiente es más eficiente cuando la política colabora a todos los niveles: nacional, internacional y regional.
¿No es difícil concienciar a la opinión pública para una cumbre sobre el clima en tiempos de conflictos como en Oriente Medio o Ucrania?
Al contrario. Creo que esta semana los medios pondrán la atención en Nueva York. No solo porque miles de personas saldrán a la calle, ni tampoco porque estarán cientos de jefes de Estado y Gobierno y los grandes gigantes económicos, sino porque tienen una razón extremadamente importante para estar ahí. El cambio climático es el mayor reto para la humanidad en este siglo. Y la conciencia aumenta. Hay por ejemplo muchos conflictos en el mundo que tienen que ver con la escasez de agua, con la migración, con la seguridad en los alimentos. El cambio climático empeora todo eso. Eso significa que si queremos evitar conflictos incontrolables, deberíamos enfrentarnos al cambio climático.
Según las últimas cifras, las emisiones de CO2 continúan aumentando. Los científicos creen que no se llegará al objetivo de dos grados. ¿Qué debería suceder si queremos protegernos de un cambio climático de proporciones catastróficas?
La ciencia dejó claro que solo hay un camino para frenar el aumento de temperatura de más de dos grados. Esta cumbre y las posteriores negociaciones en Perú y Francia enviarán un claro mensaje a gobiernos de todo el mundo y a las grandes empresas, avisando de que queda poco tiempo. Todavía podemos conseguirlo. Pero para evitar las peores consecuencias del cambio climático, hasta finales de 2015 deberíamos haber aprobado un tratado global de protección del medio ambiente.
(Fuente: Deutsche Welle )