Mauricio Macri estuvo secuestrado por 12 días en 1991 (Foto: Archivo / Infojus Noticias)

Mauricio Macri estuvo secuestrado por 12 días en 1991 (Foto: Archivo / Infojus Noticias)

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El flamante presidente de Argentina, Mauricio Macri, juró el 10 de diciembre de 2015 como mandatario de su país con la promesa de trabajar para construir “la Argentina que todos soñamos”.

Si bien Mauricio Macri vive actualmente momentos de felicidad por haber logrado el objetivo de llegar a la presidencia de su país, el que ahora es el hombre más importante de la nación platense vivió en 1991 una de las etapas más terroríficas y oscuras de su vida.

En la madrugada del sábado 24 de agosto de aquel año, Mauricio Macri fue secuestrado por un grupo delictivo que se hacía llamar la ‘Banda de los Comisarios’, que era integrada por expolicías federales de Argentina.

El que entonces era uno de los empresarios más exitosos del país fue golpeado, maniatado y colocado en un ataúd para luego ser introducido en una camioneta que tuvo como destino final una vieja casona ubicada en la avenida Garay 2882, en el barrio porteño de San Cristóbal.



En ese lugar, Mauricio Macri fue obligado a pasar sus días al interior de un sótano totalmente oscuro en el que recibía comida y agua a través de un agujero de apenas 20 centímetros de tamaño. Sus captores, liderados por un expolicías, exigieron la millonaria suma de US$6 millones para liberarlo y amenazaron a Franco Macri, padre de Mauricio, con proceder de una forma menos feliz si no pagaba con el monto solicitado.

Luego de 14 días de permanecer secuestrado bajo condiciones insalubres y sometido a diversos maltratos físicos y psicológicos, Mauricio Macri fue liberado el 5 de septiembre en un descampado ubicado cerca al estadio del club Deportivo Español, en Buenos Aires.

Su padre, Franco Macri, tuvo que desembolsar la millonaria suma solicitada por los secuestradores para que su hijo, literalmente, pudiera ver la luz nuevamente.

“La mayor parte del tiempo la pasé en una caja de madera de un metro y medio por un metro y medio. Me hablaban y me bajaban la comida desde un agujero en el techo. Desde aquella vez, algo en mi interior cambió para siempre”, contó Mauricio Macri en un mensaje que publicó hace un tiempo en su página web personal.

A los duros momentos que vivió por estar lejos de su familia y bajo la custodia de hampones, Mauricio Macri enfrentó otra gran problema cuando estuvo privado de su libertad, y es que el entonces empresario admitió haber padecido síndrome de Estocolmo con uno de sus captores.

En una entrevista pasada, Mauricio Macri contó que sintió una plena identificación con uno de los secuestradores al que identificó como Mario, quien incluso, según el propio mandatario argentino, lo animó a ser presidente de Boca Juniors.



“Él se asomaba por el hueco por donde me pasaban la comida con un hilo y charlaba conmigo a las dos de la madrugada. Me contaba que era hincha de Boca, y yo le conté que mi sueño era ser presidente de Boca. Cuando mi padre pagó el rescate, fue mi peor momento, no sabía si me iban a matar, porque debatían qué iban a hacer conmigo. Mario venía y me decía que me tranquilizara porque él me estaba defendiendo”, recordó Mauricio Macri.

Cuatro años después, en 1995, Mauricio Macri cumplió su sueño de convertirse en presidente de Boca Juniors, club con el que ganó 17 títulos, entre locales e internacionales.

Dos meses después de su liberación, la banda criminal que secuestró a Mauricio Macri fue desbaratada por la policía y sus integrantes fueron condenados a penas de 10 años de cárcel y cadena perpetua.

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Esta nota fue publicada originalmente el 10.11.2015 a las 10:53 pm