Los padres deben tener cuidado de exagerar con los elogios a sus hijos. (Foto: CGIAR Climate/Flickr)

Los padres deben tener cuidado de exagerar con los elogios a sus hijos. (Foto: CGIAR Climate/Flickr)

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Los elogios excesivos pueden ser perjudiciales para los niños con baja autoestima, al disuadirlos de tomar retos más difíciles, encontró un estudio de la Universidad de Utrecht de Holanda. Al contrario, los niños con alta autoestima son beneficiados cuando los adultos celebran sus logros de manera exagerada.

Para la investigación, se consideró un elogio excesivo a un cambio pequeño al elogio normal al agregarle un adverbio como “increíblemente” o el adjetivo “perfecto” a una aprobación normal. Por ejemplo “eres bueno en esto” (elogio normal) se convierte en “eres increíblemente bueno en esto” (elogio excesivo).

Para llegar a esta conclusión, el investigador Eddie Brummelman realizó tres estudios relacionados, informó Science Daily. El primero encontró que los adultos son dos veces más proclives de dar elogios exagerados a los menores con baja autoestima que a los que la tienen alta.

En el segundo, 114 padres (el 88% eran madres) y sus hijos fueron filmados mientras hacían 12 ejercicios matemáticos. El experimento encontró que los adultos alababan a sus hijos un promedio de seis veces por sesión y que el 25% de estas era exagerada.

Además, corroborando al primer estudio, las personas solían dar más elogios excesivos a los niños con baja autoestima.

“Los padres parecen creer que los niños con baja autoestima necesitan de las alabanzas extras para que se sientan mejor”, indicó Brad Bushman, coautor del estudio. Agregó que, si bien “es entendible esta actitud”, otro estudio muestra que *“esta manera de proceder puede ser contraproducente.” *

Para el último experimento, 240 niños copiaron una pintura de Van Gogh y recibieron elogios exagerados, normales o ningún comentario mediante un mensaje escrito de alguien identificado como un pintor profesional.

Luego los investigadores les indicaron que debían hacer otros dibujos, pero ahora podían elegir cual copiar entre dos categorías: unas fáciles de las que “no aprenderás mucho” o unas difíciles en las que “podrías cometer muchos errores, pero aprenderás un montón”.

Los resultaron mostraron que los niños con autoestima bajar solían elegir la primera opción cuando recibieron elogios exagerados, mostrando que este tipo de celebraciones pone demasiada presión sobre las personas que no se aprecian mucho. En cambio, los niños con alta autoestima reaccionan bien a las alabanzas.

“Si le dices a un niño con baja autoestima que hizo increíblemente bien, ellos pueden pensar de que siempre tienen que desempeñar increíblemente bien. Podrían preocuparse de alcanzar estos estándares altos y decidir no intentar ningún nuevo reto”, opinó Bushman.