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El gigante de la tecnología Sony patentó esta semana un sistema que impediría jugar juegos de segunda mano.
Esta nueva restricción se aplicaría fabricando un disco con una etiqueta Near Field Communication (NFC), que reconocería a la consola en que se coloca, informó Eurogamer. Esta tecnología ya se usa en dispositivos móviles y tarjetas de banco, permitiendo comunicación inalámbrica sin necesidad de un acceso a una red.
Bajo este sistema, los juegos estarían ligados con la cuenta de la primera persona que los compró, y no podrían ser jugados por nadie más. Esta mecánica es similar a la del ‘online pass’, usada previamente por juegos exclusivos para esta consola como Resistance 3 y Uncharted 3, los cuales obligan a los compradores de segunda mano hacer un pago adicional si quieren jugar con otras personas mediante el Internet.
El objetivo de esta patente es “suprimir el contenido electrónico en el mercado de segunda mano, lo cual conllevaría la redistribución de parte de los beneficios de las ventas del contenido electrónico a los desarrolladores”.
Aunque varios rumores apuntan a que el todavía en desarrollo PlayStation 4 utilizaría este sistema, nada está confirmado por ahora.
Previamente Jack Tretton, presidente de Sony Computer Entretainment of America declaró que está en contra de este tipo de control, mientras que expertos en el mercado de los videojuegos señalan que el impedir el uso de juegos de segunda mano sería un suicido financiero por parte del gigante de la electrónica.