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Científicos estadounidenses y canadienses, con ayuda de un submarino robótico de control remoto, han descubierto nuevas especies de las llamadas esponjas carnívoras en aguas profundas de la costa de San Diego.
De acuerdo con la descripción, las esponjas encontradas son carnívoras y se alimentan de crustáceos y otros animales pequeños, a diferencia de la mayoría de las esponjas, que consiguen el alimento filtrando el agua y comiendo bacterias y organismos unicelulares.
Sin embargo, las esponjas asesinas tienen forma de pequeño arbustos cubierto de diminutos pelos, que utilizan como una especie de gancho que les permite atrapar pequeños crustáceos.
Una vez atrapado por la esponja, el crustáceo es envuelto por los pelos y digerido tras varios días. Todo lo que queda es una cáscara vacía.
Los invertebrados pertenecen a la familia de las Cladorhizidae y son esponjas (porifera). La primera descripción de las especies está publicada en la revista científica ZooTaxa y el resumen del estudio aparece en el portal Scientific American.
El primer tipo, Asbestopluma monticola, habita a una profundidad de 1.280 metros en la cima de un volcán submarino extinto en la costa central de California. Este animal dispone de ganchos microscópicos especiales que aferran a los crustáceos.
El segundo tipo, Asbestopluma rickettsi, fue hallado en dos lugares en la costa meridional de California, a una profundidad de aproximadamente un kilómetro, y no tiene muestras de captura activa. Sin embargo, los investigadores creen que estas esponjas producen metano que atrae a las bacterias.
El tercer tipo de esponjas, Cladorhiza caillieti, fue descubierto a una profundidad mayor de dos kilómetros cerca de la isla de Vancouver, en el Pacífico canadiense, sobre los restos de los flujos de lava bajo el agua de una cordillera volcánica. Este carnívoro dispone de una especie de picos con los que apuñala a sus víctimas.
El cuarto y último tipo, Cladorhiza evae, fue hallado a una *profundidad de 2.299 metros, en el extremo sur de la península de California, y, tal como la Cladorhiza caillieti, tiene numerosos pinchos para cazar a sus víctimas.
La esponja fue nombrada Evae en honor a la esposa de uno los autores de este descubrimiento.
Fuente: RT en español