Vladimir Putin, el jefe del Kremlin. (Foto: Getty Images)

Vladimir Putin, el jefe del Kremlin. (Foto: Getty Images)

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El opositor ruso Eduardo Limónov escribió sus memorias en prisión con la idea que sería lo último que haría en su vida, pero ahora considera que Rusia es “tímida” y que su presidente, Vladimir Putin, es solo una “figura simbólica” y sin capacidad para “tomar decisiones por sí mismo”.

En una entrevista con Efe antes de presentar su obra “El libro de las aguas”, en la edición 78 de la Feria del Libro en Madrid, Limónov aseguró que Vladimir Putin “tiene razón cuando dice que Rusia no tiene ambiciones expansionistas”.

El escritor y poeta, fundador del extinto Partido Nacional Bolchevique en 1992 y ahora líder de la organización política La Otra Rusia, dijo estar de acuerdo con el mandatario cuando dice que es “absurdo” considerar a Rusia una amenaza.

Es verdad que Rusia actualmente es un país tímido, apocado. Putin no es más que una figura simbólica y el poder real de Rusia pertenece a unos 30 clanes de gente pudiente. No es más que un portavoz que representa a esos clanes”, expresó a través de una intérprete.

Acusado de terrorismo y tráfico de armas, Limónov estuvo en la cárcel del 2001 al 2003, periodo que aprovechó para escribir varios textos, incluyendo El libro de las aguas, que se publicó en 2002 en Rusia y ahora llega a su versión en español con la editorial Fulgencio Pimentel.

El autor explicó que escogió el título inspirado en los pensamientos del filósofo griego Heráclito, quien creía que una persona no puede entrar en las mismas aguas dos veces.

Por eso, pidió comprensión al público al analizar sus cambios de opinión, pues las condiciones en las que escribió sus memorias eran duras y desde entonces ha “cambiado bastante”.

Es importante evitar la confusión entre el personaje y el autor. El autor es una persona humana, una persona normal que desarrolla, que cambia con el tiempo y ya no es el mismo”, expuso.

De hecho, Limónov celebró que algunas de las ideas de política exterior de su antiguo partido ahora estén presentes en el gobierno ruso, como la anexión de Crimea.

Siempre han sido lugares mayoritariamente poblados por los rusos y habría sido imperdonable que el gobierno de Putin dejara a esos hermanos nuestros”, apuntó.

Aunque señaló que Moscú no tiene la “suficiente fuerza” para expandir su dominio por Asia y Europa, el escritor advirtió que “Rusia ha vuelto a dar la voz en el mundo y eso es lo que les molesta a Estados Unidos y Europa”.

Limónov argumentó que llamar a Putin el líder del país es una “exageración”, pues el verdadero problema de Rusia es la élite en el poder, a quien considera gente “agresiva” y “retrógrada”, compuesta por personas que no son “los mejores representantes del pueblo”.

A pesar de sus opiniones, el autor de más de 70 obras reconoció que su libro tiene muy poco de política, pues se enfoca más en episodios que marcaron su vida, como en sus inicios como escritor en Estados Unidos, donde incluso se dedicó a la prostitución, o su paso por el conflicto de los Balcanes y las repúblicas del este de Europa.

Admitió que no sabe si prefería que lo recordarán por su faceta como artista o como político porque solo a la historia le corresponderá valorarlo, pero que sí se ve a sí mismo como una fuente de inspiración para otros activistas y líderes. EFE