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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió que las sanciones “injustificadas” de occidente por la crisis de Ucrania no impedirán que su país sea una de las principales potencias económicas del mundo.
“De verdad queremos un país fuerte, próspero, libre y abierto al mundo (…) Nuestra tarea es lograr un avance industrial y crear fuertes empresas nacionales en los sectores de producción que sean capaces de fabricar productos competitivos”, manifestó.
El jefe del Estado subrayó que a pesar de las condiciones difíciles el Kremlin tendrá una economía “fuerte e independiente”, con una balanza saneada sin necesidad de restringir el movimiento de capital.
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Putin reiteró la importancia de desarrollar lazos con los aliados de Rusia en el este. En ese sentido, felicitó a las compañías que han llegado a acuerdos con empresas chinas y explicó que Moscú tendría como objetivo cambiar a las divisas nacionales en el comercio.
El mandatario añadió que el Gobierno estaba dispuesto a apoyar a los sectores y compañías que hayan sido afectadas por las sanciones impuestas por el conflicto entre Kiev e independentistas prorrusos, y acotó que “esto incluiría ayudarles a recaudar capital. Ante todo, me refiero a las instituciones financieras”.
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