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El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, se reunió con presidentes y funcionarios centroamericanos y de México, para tratar la crisis generada por el aumento repentino de la migración de niños que viajan sin compañía y de madres que viajan con sus hijos.
En la reunión participaron el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina, el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén, el Coordinador General de Honduras, Jorge Ramón Hernández Alcerro, y el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong.
En los casos de Honduras, Guatemala y El Salvador la migración de niños que viajan solos se ha multiplicado por 10 este año.
El énfasis que está poniendo la Casa Blanca es que, primero, no vale la pena que los niños y las mujeres corran los riesgos de la travesía hacia el norte, y segundo, que aunque lleguen a Estados Unidos, les esperan procesos de deportación expeditos o prioritarios.
El problema es que los inmigrantes buscan llegar a Estados Unidos debido a la violencia en sus países, la pobreza, el deseo de reunificar las familias y también los rumores de que una vez en Estados Unidos, los niños y las mujeres pueden quedarse.
Para atender esta situación el vicepresidente Biden anunció una serie de nuevas iniciativas y asignación de fondos para que los tres países involucrados creen programas para combatir la violencia, promover la seguridad y la reinserción de los niños y menores repatriados.
Las reacciones en estos países no se ha hecho esperar.
Honduras, por ejemplo, dijo que convocará a una conferencia internacional sobre la crisis, a la que piensan invitar a Cruz Roja Internacional, la Organización Internacional de Migraciones y agencias no gubernamentales.
Por su parte, las autoridades salvadoreñas han anunciado el refuerzo gradual de sus consulados cerca de la frontera sur de Estados Unidos para poder responder a esta oleada de menores solos.
Mientras tanto en Estados Unidos, un grupo de legisladores demócratas propuso tratar a los menores como refugiados, a la par de urgir al gobierno de Obama de reforzar las fronteras y apoyar a los gobiernos centroamericanos en la prevención de la violencia.
(Fuente: Voz de América )