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El gobierno de Nicolás Maduro envió hoy una invitación formal al secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, para que la Santa Sede sea “testigo de buena fe” en el diálogo de paz acordado con la oposición.
La negociación espera poner fin a dos meses de protestas y desmanes que, hasta la fecha, han cobrado 39 vidas y dejado centenares de heridos.
La oposición puso como condición para entrar a la mesa de negociaciones la inclusión de un tercer actor neutral. Entre los agentes que sugirió estuvo la Iglesia católica, que previamente ya había anunciado su disposición de fungir como intermediario.
Hasta el momento no se anuncia la fecha en que comenzarían las discusiones.
“Deseamos transmitir la invitación del presidente Nicolás Maduro a su santidad, el papa Francisco, con el propósito de que participe en los procesos de diálogo entre representantes del Gobierno y la oposición venezolana a través de la designación de su persona como testigo de buena fe”, escribió en su carta el canciller Elías Jaua.
La negociación, promovida por la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), también tendrá a este organismo como parte neutral en las negociaciones.
Las protestas, que comenzaron a inicios de febrero con manifestaciones estudiantiles, han puesto presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. La tensión en el país llanero se incrementó luego del arresto del líder opositor Leopoldo López y la destitución de la diputada María Corina Machado.
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