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El presidente regional de Áncash, César Álvarez, negó que quiera fugar del país para evitar las investigaciones en su contra por presuntos actos de corrupción y asesinatos de políticos opositores a su gestión. “Yo afrontaré los procesos judiciales acá”, aseguró esta mañana en diálogo con RPP Noticias.
El martes, Fiorella Nolasco –hija del exconsejero regional Ezequiel Nolasco, asesinado a balazos en Huacho– dijo a radio Exitosa que el presidente regional pretende pedir asilo en Brasil para no ser investigado cuando concluya, en octubre de este año, su mandato. Álvarez informó el fin de semana que no tentará la reelección.
Debido a estas sospechas, el titular del Ministerio Público, José Peláez, dijo que evalúa junto a la presidenta de la Junta de Fiscales del Santa, Nancy Moreno, sobre las medidas que se tomará al respecto. “Estamos listos para actuar”, indicó en diálogo con Canal N.
“Quieren desvirtuarme. Yo estoy en Áncash. Si hay una investigación, que se investigue, yo sigo trabajando (…) Lo que quiero es pedir al contralor es que vea el tema de los salarios. El problema que tenemos hoy es ese”, añadió sobre el congelamiento temporal de las cuentas de la región ordenado por el Ministerio de Economía.
En una audiencia pública en Chimbote, la Comisión de Fiscalización del Congreso recibió 130 denuncias contra las autoridades de Áncash. Además, la Contraloría evalúa más de 900 acusaciones contra funcionarios públicos en la región norteña.
(Captura: América TV)En otro momento de la entrevista, Álvarez no aclaró si pagaba los honorarios de Julinho Aguirre, exfuncionario de la fiscalía que trabajaba como su ‘‘facilitador’‘ de entrevistas, con fondos del gobierno regional. “Él no trabaja para Áncash, él me apoya en algunos casos nos ha podido apoyar”, fue su vaga respuesta.