En Bolivia se estima reducción de 20% de ingresos rurales. (Foto: Getty Images)

En Bolivia se estima reducción de 20% de ingresos rurales. (Foto: Getty Images)

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Bolivia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Paraguay están entre los países con mayor riesgo de inseguridad alimentaria por los efectos que el cambio climático tiene en la agricultura, según un estudio divulgado hoy en una reunión regional.

El documento, presentado en un encuentro que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebra en Santiago de los Caballeros, en República Dominicana, destaca que el cambio climático en la región pondrá en peligro la base de la seguridad alimentaria debido a su dependencia económica de la agricultura.

El documento, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), señala que el sector agrícola es la actividad económica más afectada por el cambio climático.

Este sector es fundamental si se considera que aporta el 5% del producto interno bruto (PIB), el 23% de las exportaciones regionales y emplea al 16% de la población ocupada.

El cambio climático afectará al rendimiento de cultivos, impactará en las economías locales y comprometerá la seguridad alimentaria en el noreste de Brasil, en parte de la región andina y en Centroamérica, indicó el estudio.

En Bolivia, los cambios de temperatura y precipitaciones pueden causar una reducción media del 20% de los ingresos rurales; y, en el caso del Perú, las proyecciones indican disminuciones de la producción de varios cultivos básicos, en especial de aquellos que requieren más agua, como el arroz.

Algunos países de la región, así como la Celac, ya han dado pasos importantes en el diseño de planes de adaptación al cambio climático para el sector agropecuario, pero el desafío aún es grande, indicaron en la cita.

Solo en términos de recursos financieros, sin tomar en cuenta los cambios necesarios de política, se requerirá en torno al 0,02% del PIB regional anual.

Los cambios en las precipitaciones también amenazan la alimentación mesoamericana, indica el informe, donde se destaca que aumentarán los periodos de sequía y las lluvias excesivas.

El cambio climático, además, generará una disminución de la disponibilidad de agua para la producción de alimentos y otros usos en las zonas semiáridas y los Andes tropicales, fruto del retroceso de glaciares, la reducción de la precipitación y el aumento de la evapotranspiración en esas áreas.

Esto ya está afectando a los países del corredor seco centroamericano, donde unos 3,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y 1,6 millones sufren inseguridad alimentaria moderada o grave en El Salvador, Guatemala y Honduras, los países más afectados.

Por otro lado, se prevé que las precipitaciones intensas se incrementarán sobre un 7% por cada grado Celsius de aumento de la temperatura, con consecuencias negativas para la agricultura como el agravamiento de la erosión, el incremento de la escorrentía con pérdida de agua disponible e, incluso, daños a los propios cultivos.

Según el estudio, todos estos aspectos deben ser considerados por los países y por la Celac en sus estrategias de seguridad alimentaria para que la región cumpla su meta de erradicar el hambre en 2025 y avance hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Fuente: EFE