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Rusia y otros aliados del presidente sirio Bashar Al Assad como Irán y Líbano condenaron el ataque aéreo israelí que ocurrió el miércoles 30, afirmando que es una clara violación a la carta de las Naciones Unidas.

Información de la agencia oficial siria indica que jets provenientes de Israel atacaron un centro de investigación militar en la zona noroeste de Damasco, matando a dos trabajadores e hiriendo a cinco, informó BBC News.

Sin embargo, fuentes del Gobierno de Estados Unidos revelaron que el objetivo israelí fue un convoy que cargaba armamento destinado para el grupo terrorista Hezbolá en Líbano, informó el NYTimes.com. Autoridades judías se han negado a confirmar esta versión, manteniendo su silencio.

Rusia, un firme aliado Assad, indicó que, si la información del bombardeo es confirmada, “Israel realizó un ataque no provocado en el territorio de un país soberano”. Lo cual es inaceptable y viola la carta de las Naciones Unidas.

Irán, el aliado más cercano del régimen sirio, señaló a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores que la ofensiva está basada en la política occidental hacia el Medio Oriente y tiene como objetivo desestabilizar a Siria, en estado de guerra civil desde principios del 2011.

Teherán, cuyo programa de enriquecimiento de uranio ha causado preocupación entre Israel y sus aliados occidentales por su posibilidad de ser usado en armas nucleares, advirtió que el ataque tendrá “graves consecuencias para Tel Aviv.”