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El ginecólogo peruano Carlos Morín y su equipo médico fueron absueltos en España de 89 abortos ilegales de los que se les acusaba y significaban una pena de 270 años de cárcel para el médico.
La Audiencia de Barcelona absolvió a Morín, a su esposa y otros nueve colaboradores de sus clínicas. Todos ellos también fueron sindicados por asociación ilícita, falsedad documental e intrusismo, en el proceso que se inició en 2006.
La sala considera que los abortos denunciados quedan amparados por la ley aprobada en 2010, ya que o entraban dentro de las 14 semanas de gestación en las que la nueva legislación permite el aborto libre o representaban grave riesgo de daños físicos o psíquicos para la madre o el feto.
El tribunal señala que los embarazos no superaban las 22 semanas de plazo máximo y añade que se realizaron con “consentimiento y bajo petición expresa de las mujeres embarazadas y de sus representantes legales en el caso de las menores de edad, en centros habilitados y homologados, por ginecólogos titulados”.
La Fiscalía, que pedía una condena de 270 años de prisión para Morín, estudia entablar recurso contra la sentencia, mientras que el grupo E-Cristians, autor de la acusación, anunció que la impugnará ante el Tribunal Supremo.
