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[Actualización 18.3.2015 a las 4:58 pm]
Robert Durst, el multimillonario heredero de un imperio inmobiliario detenido como sospechoso de dos crímenes, fue transferido a la unidad de enfermos mentales de la cárcel de Nueva Orleans.
“Durst fue trasladado por razones médicas”, debido a que se teme que se suicide, informaron la Policía y el abogado del acusado.
Durst espera nuevas audiencias tras ser inculpado de asesinato por un audio registrado por accidente durante la grabación de un documental de HBO sobre las muertes a las que lo vincularon en los años 80 y 90.
Robert Durst, el millonario detenido por un presunto asesinato cometido hace 15 años, deslizó en el documental de HBO que protagonizó que cometió varios crímenes.
El excéntrico adinero, inversionista de bienes raíces, fue el centro de la producción sobre una serie de muertes no esclarecidas que emitió hoy su última parte.
“¿Qué demonios hice? Los maté a todos, por supuesto”, se escucha reconocer a Durst cuando creía encontrarse solo tras una entrevista. El audio se registró porque un micrófono se quedó abierto.
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Durst, de 71 años, acaba de ser confrontado por las similitudes entre su escritura y la de una nota anónima que alertó del asesinato de su amiga Susan Berman en el año 2000. En 1982 fue vinculado a la desaparición de una mujer.
“Ahí está, te han cogido”, se reprendió a sí mismo el sospechoso, a quien en 2003 declararon inocente del homicidio de un vecino, considerado por el jurado que fue en defensa propia a pesar de que después descuartizó el cadáver.
El empresario fue detenido el sábado 14 en Nueva Orleans, pocas horas antes de la transmisión del último capítulo de The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst.
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Acosado por los investigadores desde hacía años, vivía en Galveston desde 2000 haciéndose pasar por una mujer muda.
La fiscalía de Los Ángeles, donde la justicia lo reclama, reabriría el expediente sobre el asesinato de Berman. Los productores del documental demoraron dos años en hallar el audio que se registró por accidente. Los expertos dudan de que la grabación sirva como evidencia en un proceso porque el acusado creí encontrarse en un ámbito privado.