(Video: Canal N)

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Marcos Ircañaupa Sánchez, de 33 años, todavía lucha por su vida tras recibir un disparo en la cabeza durante los enfrentamientos del martes pasado en Pichanaki, aunque el pronóstico médico no es alentador.

Los cirujanos no han podido retirar la bala alojada en el cerebro del padre de familia y tan solo han reducido la hinchazón en su cráneo. Su situación es crítica.

En ese marco, su esposa, quien llegó dos días después al Hospital Alcides Carrión de Huancayo, exigió justicia para el padre de sus tres hijos.

“Esa bala no vino por arte de magia, esa bala alguien la disparó en la policía. Yo quiero que el culpable… que se ha haga justicia, pido justicia”, dijo la mujer entre lágrimas.

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De acuerdo a su familia, Marcos Ircañaupa no participaba de la protesta en Pichanaki, en la provincia de Chanchamayo (Junín), contra la petrolera Pluspetrol. Ese día solo deambulaba por las calles cuando una bala perdida le dio en la cabeza.

De otro lado, la calma regresó al distrito, donde se retomaron las actividades cotidianas, abrieron sus puertas los comercios y el tránsito fluyó con normalidad.

En tanto, Ever Pérez Huamán, la única víctima mortal de la convulsión social en Pichanaki, ya recibió el último adiós de su familia, amigos y autoridades.

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