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El papa Francisco aceptó hoy la renuncia del obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst, conocido por el apodo de ‘obispo del lujo’, de la diócesis de Limburgo. El religioso es acusado de gastar US$43 millones (31 millones de euros) para renovar su residencia, frente a los 5,5 millones de euros inicialmente presupuestados.
Tebartz-van Elst ya había sido suspendido temporalmente en octubre de 2013 mientras el Vaticano investigaba las acusaciones.
En ese entonces, el religioso se defendió indicando que en realidad se trató de 10 proyectos separados y que el costo subió debido a que era un edificio histórico bajo protección.
Sin embargo, el daño ya estaba hecho y los gastos del sacerdote fueron repudiado por la prensa y el público general, que lo nombraron bajo el infame nombre del ‘obispo del lujo’.
El comunicado del Vaticano explicó que el pontífice aceptó la renuncia del obispo el 20 de octubre de 2013 y que nombra como nuevo administrador apostólico al obispo Manfred Grothe. También anota que “la diócesis de Limburg llegó a una situación que impide un ejercicio fructífero del ministerio del obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst” tras una investigaciones exhaustivas sobre las responsabilidades involucradas en el centro diocesano San Nikolaus.
También pide que la comunidad católica en Limburgo acepte con “docilidad” y en un “clima de caridad y reconciliación” la decisión del pontífice. El texto indica que Tebartz-van Elst recibirá otro encargo a su tiempo.