El papa Francisco envió carta a reunión que se celebra en Estados Unidos. (Foto: EFE)
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El papa Francisco defendió que “ningún pueblo es criminal, narcotraficante o violento”, en un mensaje dirigido al Encuentro de los Movimientos Populares que se celebra en Modesto, California. Las palabras son una alusión directa al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Ningún pueblo es criminal y ninguna religión es terrorista. No existe el terrorismo cristiano, no existe el terrorismo judío y no existe el terrorismo islámico. No existe. Ningún pueblo es criminal o narcotraficante o violento”, expresó el pontífice, en referencia al veto a musulmanes y las redadas contra inmigrantes en EE.UU.
Para el papa Francisco “hay personas fundamentalistas y violentas en todos los pueblos y religiones”, y acusó de que estas “se fortalecen con las generalizaciones intolerantes, se alimentan del odio y la xenofobia”, en otra frase certera para Donald Trump.
A los representantes de las organizaciones sociales, el papa Francisco les recalcó sus ideas “de los muros y del miedo; de los puentes y el amor”.
Y recordó que “ninguno de estos males comenzó ayer” porque “hace tiempo enfrentamos la crisis del paradigma imperante, un sistema que causa enormes sufrimientos a la familia, atacando al mismo tiempo la dignidad de las personas y nuestra casa común para sostener la tiranía invisible del dinero que solo garantiza los privilegios de unos pocos”.
El jefe de la Iglesia católica pidió la colaboración de estos colectivos para acabar con estos males. “No debemos quedar paralizados por el miedo, pero tampoco quedar aprisionados en el conflicto. Hay que reconocer el peligro, pero también la oportunidad que cada crisis supone para avanzar hacia una síntesis superadora”, agregó.
“El desempleo es real, la violencia es real, la corrupción es real, la crisis de identidad es real, el vaciamiento de las democracias es real. La gangrena de un sistema no se puede maquillar eternamente porque tarde o temprano el hedor se siente”, agregó.
En ese sebntido, invocó a no caer “en el negacionismo porque el tiempo se agota”.
