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Los ministros de Defensa de la OTAN acordaron este miércoles que responderán con más ejercicios, inteligencia y vigilancia si Rusia no regresa al cumplimiento del tratado para la eliminación de armas nucleares de medio y corto alcance (INF) en la fecha límite del 2 de agosto.
“Los ministros acordaron hoy (miércoles) que la OTAN responderá si Rusia fracasa en su vuelta al cumplimiento. La OTAN seguirá siendo mesurada y defensiva en todo lo que haga”, indicó el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de la primera jornada de reunión de los titulares de Defensa de la Alianza.
Stoltenberg dijo que los ministros confirmaron hoy que no tienen “ninguna intención de desplegar nuevos misiles nucleares de tierra en Europa”.
“No copiaremos lo que Rusia hace. No queremos una nueva carrera armamentística”, apuntó, pero dejó claro al mismo tiempo que la OTAN debe continuar su misión de “mantener una disuasión y defensa creíbles”.
Afirmó que Moscú lleva años incumpliendo el tratado firmado en 1987 por Estados Unidos (USA) y la Unión Soviética y que ha sido una “piedra angular” para la seguridad en Europa, con la producción y emplazamiento de misiles SSC-8, que pueden portar cabezas nucleares.
Ante la falta de voluntad que aprecia por parte de Rusia para proceder a la d*estrucción verificable y transparente de estas armas*, Stoltenberg dijo que la OTAN “se prepara para un mundo sin el INF”.
Así, los ministros “han considerado potenciales medidas” relacionadas con su “programa de ejercicios”, así como con las labores de inteligencia, la vigilancia y el reconocimiento.
Igualmente, se refirió a los sistemas de defensas aéreas y de misiles y a las capacidades convencionales aliadas.
“Nos aseguraremos de que nuestro elemento de disuasión nuclear permanezca seguro, protegido y efectivo”, dijo, mientras los aliados siguen “firmemente comprometidos en la preservación de un control de armas eficaz, el desarme y la no proliferación”.
Fuentes aliadas consideraron que las medidas acordadas son técnicas y consisten mayoritariamente en recomendaciones para reforzar los sistemas de defensa aérea, incrementar el intercambio de información entre aliados u obtener datos precisos sobre dónde posiciona Rusia los nuevos misiles y hacia dónde apuntan, o conocer si portan una cabeza nuclear o convencional.
Precisaron que la mayoría de estas medidas consisten en iniciar estudios relacionados con esos objetivos, y que en ningún caso contemplan responder a Moscú desarrollando y colocando misiles en suelo europeo, sino “analizando exactamente el despliegue de Rusia, qué capacidades tiene y cómo contrarrestarlas”.
El próximo 2 de agosto vence el proceso de seis meses para que USA complete el proceso anunciado de retirada del tratado, tras aducir que Moscú lo incumplía.
“No podemos seguir así, USA respetando el tratado cuando Rusia lo está incumpliendo. Todos apoyamos la decisión de USA en febrero de empezar el proceso de retirada, que culminará el 2 de agosto”, señaló el político noruego.
Stoltenberg aseguró que la panoplia de “medidas políticas, militares, ejercicios, defensa de misiles, capacidades convencionales” y “muchas más” que preparan los aliados se podría aplicar en parte “a corto plazo”.
“Pero lo importante para nosotros es que Rusia vuelva a cumplir el tratado”, enfatizó.
Por otra parte, Stoltenberg confirmó que hoy los ministros no llegaron a abordar las tensiones en el golfo Pérsico, asunto que, pese a no figurar en la agenda de la OTAN, lo tratarán en la sesión de trabajo de mañana varias delegaciones.
Se espera que el nuevo secretario de Defensa en funciones de USA, Mark T. Esper, informe a los aliados sobre la crisis con Irán, a quien EEUU culpa de ataques a petroleros en el Golfo Pérsico y de haber derribado uno de sus drones que, asegura, volaba en el espacio aéreo internacional, pese a que Teherán sostiene que había entrado en su territorio.
Fuente: EFE