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La ONU ha rehabilitado y equipado pozos de agua dentro de Damasco y su periferia, para cubrir un tercio de las necesidades diarias de la población de agua potable, cuya escasez afecta a unos cuatro millones de habitantes de la capital y su extrarradio desde finales de diciembre.
“La escasez de agua sigue afectando a al menos 4 millones de personas en Damasco y alrededores, y estamos muy preocupados por el riesgo de enfermedades y de sanidad que se pueden derivar de esta circunstancia”, señaló el portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Jens Laerke.
Según la ONU, que denunció la falta de agua potable en Damasco y su periferia el pasado 29 de diciembre, las autoridades sirias han activado un “plan de emergencia”, apoyado también por camiones-cisterna destinados a socorrer la sed de la población.
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La ONU, a su vez, ha rehabilitado pozos en Damasco y alrededores que cubren un tercio de las necesidades diarias de la ciudad, que desde el pasado 22 de diciembre sufre la escasez de agua.
Desde este lunes, la ONU entrega además con camiones-cisterna agua a 50 escuelas y a áreas rurales de Damasco, señaló Laerke.
“Continuamos instando a todas las partes en el conflicto a abstenerse de atacar infraestructuras de agua por las consecuencia que ello tiene” para la población, afirmó.
El portavoz indicó que, aunque la ONU no puede confirmar de quienes proceden los ataques a estas infraestructuras como indicó la semana pasada en un comunicado, “está claro que el agua no se agotó espontáneamente”.
A este respecto, un grupo de ONG de Siria ha pedido hoy ayuda internacional para que se proteja el manantial que abastece de agua a Damasco y para que las fuerzas gubernamentales permitan el paso de ayuda humanitaria a la zona, controlada por rebeldes.
En un comunicado difundido en Riad, las ONG de la región de Uadi Barada solicitaron a la ONU y a todos los países influyentes de la comunidad internacional que presionen para que se proteja el manantial de Ain al Fiya “que abastece con agua potable” a la capital y alrededores.
Por ello, demandaron que las fuerzas del presidente sirio, Bachad al Asad, y que tienen el apoyo de la milicia libanesa Hizbulá, que cesen sus ataques a la región de Uadi Barada, donde se encuentra el manantial.
Las ONG de Uadi Barada, el río que pasa por Damasco, pidieron que se forme un comité bajo supervisión de la ONU que determine quiénes son los responsables de cortar el suministro de agua en la capital siria, interrumpido hace dos semanas por una explosión en una planta de bombeo en Ain al Fiya, de la que se acusan ambos bandos.
(Fuente: EFE)