Seis policías fueron separados por su vinculación con el narcotráfico, indicó el ministro del Interior. (Foto: USI)
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Los relevos efectuados en la Dirección Antidrogas de la Policía –del director y el jefe de Estado Mayor– buscan bloquear la infiltración de las mafias en el sistema antidrogas de las fuerzas del orden, que se hizo evidente en 2009, cuando la DEA instaló en las oficinas de esta dependencia un programa de interceptación telefónica.
Así, organizaciones mexicanas y colombianas que operan con peruanos fueron identificadas y desarticuladas. El programa permite interceptar 200 celulares en tiempo real. Incluso se ha identificado que policías son cómplices en algunos casos, reveló el diario La República.
El caso más notable está ligado a una operación iniciada en 2011 bajo el programa Constelación, que buscaba atrapar miembros de una mafia que sacaba droga por el aeropuerto de Lima escondida en artesanías y prendas andinas.
En junio del de ese año, agentes escuchas de Constelación y de la Oficina de Inteligencia (OFINT) grabaron 2.000 llamadas de siete teléfonos celulares pertenecientes a tres colombianos (Juan Jiménez Arango (a) “Mario”, Norma Torres Castillo y Carlos Pérez Orejuela y dos peruanos, y registraron sus reuniones en San Isidro.
La sorpresa para el operador del equipo y el analista se produjo cuando detectaron que uno de los integrantes de la mafia se comunicaba con los mismos agentes que veían a diario en los pasillos de esa misma sede policial.
Fuentes de la Dirandro confirmaron que hay más registros de conversaciones entre agentes antidrogas y procesados o investigados por droga y lavado que aún no son investigados profundamente. En ese sentido, el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, informó que fueron separados seis policías por su vinculación al narcotráfico.
