Atardecer en Amman. (Foto: Premasagar / Flickr)

Atardecer en Amman. (Foto: Premasagar / Flickr)

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La muerte del piloto jordano Moaz al Kasasbeh, quien fuera quemado vivo por los yihadistas de Estado Islámico (EI o ISIS), ha generado una violenta reacción del país. Su rey, Abdalá II ha prometido una dura respuesta. No obstante, ¿los extremistas habrán logrado provocar una división entre los dirigentes tribales del país?

El rey Abdalá II de Jordania ha prometido vengar la muerte del piloto Moaz al Kasasbeh. Una primera respuesta fue la ejecución de dos extremistas y luego, una serie de bombardeos contra posiciones de Estado Islámico en Siria.

Sin embargo, de acuerdo a especialistas, la situación para el rey no será sencilla a largo plazo.

OPOSICIÓN

Robert M. Danin, analista del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, sostiene que desde antes de la ejecución del piloto, los líderes de las tribus de los Bararsheh de donde procedía Al Kasasbeh, “protestaron contra el rey Abdalá y su decisión de participar en la campaña contra el EI”.

“Con el barbárico asesinato de Kasabeh, EI espera provocar incluso una división más grande entre los dirigentes hachemitas de Jordania y el no insignificante número de jordanos que simpatizan con EI o que se oponen a la lucha de su país contra EI”, agregó de acuerdo a BBC .

El reino hachemita jordano durante décadas ha mostrado apoyo a Occidente. No obstante, su situación geográfica – limita con Siria e Irak – ha motivado una creciente preocupación entre sus ciudadanos ante el avance de ISIS en esos países.

A ello se suma, que Jordania ha recibido medio millón de refugiados de Siria.

La pregunta es: ¿la violenta muerte de Al Kasasbeh provocará una ola de indignación que desemboque en una crisis política o reforzará la posición de los que creen que Jordania no debería luchar contra EI?

LA DEUDA CON EEUU

Según expertos, la intención de Estado Islámico era mostrar a los jordanos a través del video de la ejecución, que ese es el resultado de participar en la coalición internacional de Estados Unidos.

David Schenker, director del Programa de Política Árabe del Washington Institute, señala que para Estados Unidos Jordania es un socio clave en su lucha contra ISIS. Ello debido a que las Fuerzas Armadas de ese país no son sectarias, son leales al rey Abdalá y son competentes.

“Entrena extensamente con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y recibe US$ 300 millones anuales de ayuda militar estadounidense”, indicó.

El mismo día que se reveló la muerte del piloto Al Kasasbeh, Washington anunciaba planes para aumentar su ayuda anual total a Jordania de US$ 660 millones a US$ 1.000 millones, ante el aumento de los refugiados. Ello evidencia su importancia para el gobierno de Barack Obama.

‘‘NO ES NUESTRA GUERRA’‘

Schenker considera que Jordania está amenazada por EI y en deuda con Estados Unidos por lo que el rey Abdalá II deberá ser cauteloso en la forma de como apela a los ciudadanos.

A corto plazo, existe un sentimiento de unión tras la muerte de Al Kasasbeh que se traduce en apoyo a las operaciones militares de Jordania con ISIS, no obstante, a largo plazo se reanudarán las críticas al gobierno y al rey.

Y no tan a largo plazo. Ya hay algunas voces de protesta que van tomando fueza en el reino. “Es el derecho de Jordania de defenderse de Estado Islámico, pero no de iniciar una guerra o luchar por otros”, manifestó el activista Abdullah Salah, según The Wall Street Journal , mientras el hashtag #NotOurWar (No es nuestra guerra) toma fuerza en redes sociales.

¿Fue ese el verdadero objetivo de Estado Islámico?