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El Gobierno de Israel creó un equipo que investigará a activistas a favor del boicot al Estado, destinado a terminar con la ocupación en territorios de Palestina, con el fin de deportarlos o impedir su ingreso.
Los Ministerios de Interior y Seguridad Interior recogerán la información sobre los promotores extranjeros presentes en el país o en Cisjordania. El movimiento global de Boicot, Sanciones y Desinversión (BDS) se inspira en el que puso fin al apartheid en Sudáfrica.
“Esos activistas van a Judea y Samaria (nombres bíblicos con los que Israel se refiere a la Cisjordania palestina bajo ocupación militar) y agitan a la población local contra las fuerzas de seguridad y les impiden realizar sus actividades. Quien boicotea a Israel — esparciendo mentiras y distorsionando la realidad — debe pagar un precio”, remarcó el titular de Seguridad Interior, Gilad Erdan, citado por El País.
Según las fuerzas de seguridad, varios centenares de activistas sospechosos de deslegitimar a Israel han sido detectados. Las autoridades descartaron expulsiones masivas de opositores, izquierdistas y defensores de los derechos humanos. Aún no se establecen los criterios que motivarán la deportación o la negación de entrar a territorio israelí.
La medida se aplica luego de que altos funcionarios del Estado judío observaran que la imagen de su nación en la comunidad internacional está desprestigiada, ante lo que reclamaron acciones para cambiar el prisma.
“La deslegitimación supone actuación conjunta de grupos e ideologías sobre un asunto de actualidad para rechazar la noción de Israel como Estado-nación del pueblo judío”, advirtió la exjefa de censura militar .