Nord Stream II es un proyecto conjunto entre Rusia y Alemania (Foto: Andina / Referencial)

Nord Stream II es un proyecto conjunto entre Rusia y Alemania (Foto: Andina / Referencial)

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El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, y el ministro polaco de Exteriores, Jacek Czaputowicz, expresaron hoy su rechazo al proyecto de gasoducto Nord Stream II, que conectará directamente Rusia a Alemania, por considerarlo una amenaza a la estabilidad energética de Europa.

“Compartimos con Polonia la oposición al gasoducto Nord Stream II, ya que creemos que socava la seguridad y la estabilidad energética de Europa, a la vez que da a Rusia otra herramienta más para politizar el sector energético”, afirmó Tillerson en una rueda de prensa conjunta con Czaputowicz durante su visita a Varsovia.

El proyecto ruso Nord Stream II pretende desplegar una tubería bajo el mar Báltico para transportar directamente gas de Rusia a Alemania, evitando así atravesar otros países como Polonia, donde se ha llegado a comparar este gasoducto con el Pacto Ribbentrop-Mólotov de 1939 entre nazis y soviéticos.

Los países bálticos, los escandinavos y gran parte de los socios comunitarios de Europa del este han criticado este proyecto, que la propia Comisión Europea (CE) ha considerado perjudicial.

No obstante, Bruselas admitió que no tiene competencias para frenar el Nord Stream II, que cuenta a su vez con el apoyo de varios países, como Alemania, Austria y Holanda.

EEUU ya se había posicionado contra el Nord Stream II, e incluso había impuesto sanciones contra varias empresas implicadas en este proyecto energético, pero estas declaraciones de Tillerson son las más contundentes a este respecto.

“Tenemos un interés estratégico común y creemos firmemente que Polonia y el resto de Europa disponen de los recursos necesarios para diversificar sus fuentes de energía, algo fundamental para la seguridad a largo plazo de Europa”, argumentó el secretario de Estado.

En este sentido, agregó que Washington apoyará “las iniciativas para desarrollar nuevas conexiones que permitan lograr ese objetivo”.

Por su parte, Czaputowicz recordó que en noviembre Polonia anunció un acuerdo para recibir gas licuado (LNG) estadounidenses durante cinco años a razón de nueve buques anuales a través del nuevo puerto de Swinoujscie, en el mar Báltico.

El apoyo de Estados Unidos a la diversificación de las fuentes de energía de Polonia, que todavía importa desde Rusia la mayor parte de su combustible, centró la agenda de Tillerson en Varsovia, donde ha mantenido reuniones, además de con Czaputowicz, con el presidente polaco, Andrzej Duda, y el primer ministro, Mateusz Morawiecki.

El ministro polaco de Exteriores también aprovechó la presencia de Tillerson en Varsovia para agradecer la presencia militar estadounidense en Polonia, “lo que ofrece a la sociedad polaca una sensación de seguridad”, y afirmó el compromiso de su país con el fortalecimiento de la OTAN y de los lazos entre la Unión Europa y Estados Unidos.

Sobre Rusia, Tillerson añadió que Moscú puede hacer más para frenar el uso de armas químicas por parte del Gobierno sirio, en un mensaje similar al que lanzó el pasado martes en París, donde insistió en la necesidad de imponer sanciones contra los responsables de estos ataques en Siria.

El secretario de Estado también destacó el “importante” papel de Polonia dentro de la OTAN, subrayó que el país centroeuropeo ha elevado su gasto militar por encima del 2% de su producto interior bruto (PIB) y se mostró confiado en que las empresas de armamento de EEUU jugarán un papel importante en el proceso de modernización del Ejército polaco.

Tillerson participó además en un acto conmemorativo del 73 aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz, donde afirmó que “nunca podemos ser indiferentes frente al mal”.

El acto tuvo lugar en el monumento a los Héroes del Guetto de Varsovia, en el que Rex Tillerson realizó una ofrenda floral y ofreció unas palabras en recuerdo de las víctimas de la II Guerra Mundial, en especial de los asesinados en Auschwitz.

“Auschwitz ha sido escenario de horrores inimaginables y de una inmensa tragedia, pero tenemos que recordar lo que pasó allí y no volver a permitirlo”, dijo.

Durante su visita evitó pronunciarse sobre la reforma polaca del sistema judicial y sus efectos sobre el estado de Derecho, cuestionada por Bruselas, aunque sí subrayó en dos ocasiones que “Polonia es un gran aliado democrático de EEUU”.

En esa línea de apoyo sin críticas a Polonia, se reunió con el líder del partido gobernante polaco, Jaroslaw Kaczynski, considerado como el verdadero hombre fuerte del país centroeuropeo e inspirador de las polémicas reformas impulsadas por Varsovia.

(Fuente: EFE)