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En su primera misa de Domingo de Resurrección, el papa Francisco pidió hoy una “solución política” para Siria, donde los “refugiados están esperando ayuda y consuelo”, y también instó a las dos Coreas a que “superen sus divergencias”.
Apostado en el balcón de la Basílica de San Pedro, el pontífice argentino se refirió por primera vez a los “conflictos sangrientos” que azotan al planeta.
“Pidamos a Jesús resucitado que transforme la muerte en vida, el odio en amor, la venganza en perdón, la guerra en paz”, resumió el papa ante unas 250 mil personas.
“Paz en Asia, sobre todo en la península coreana, para que se superen las divergencias y madure un renovado espíritu de conciliación”, clamó en referencia al estado de guerra declarado por Corea del Norte contra Corea del Sur.
“Paz a todo el mundo, aún tan dividido por la codicia”, clamó el papa latinoamericano antes de denunciar “la violencia ligada al tráfico de droga y la explotación inicua de los recursos naturales”, así como la “trata de personas, la mayor esclavitud del siglo XXI”.
Asimismo, Francisco pidió también paz entre israelíes y palestinos, para “que reanuden las negociaciones con determinación y disponibilidad”.