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Una nueva exposición en el londinense palacio de Kensington repasa la vida de la fallecida princesa Diana de Gales a través del imponente, suntuoso y estudiado vestuario que lució desde sus primeras apariciones públicas a finales de los años sesenta hasta antes de su muerte en 1997.

“Diana: su historia en la moda”, presentada hoy a la prensa y que abrirá sus puertas el próximo viernes, muestra una selección de sus más icónicos modelos, entre ellos el vestido de pedrería de Versace con el que protagonizó la portada de “Harper’s Bazaar” en 1991.

Durante sus cerca de dos décadas en el ojo público, Diana, ex esposa del príncipe de Gales, heredero del trono británico, y madre de sus dos hijos, Guillermo y Enrique, se convirtió en referente del mundo de la moda, tanto por su porte como por su personal estilo.

Tal como explica la muestra, evolucionó además de un porte más discreto y romántico al principio hasta representar a una mujer mucho más confiada y segura de sí misma.

“Nuestra exposición explora la historia de una mujer joven que debió aprender rápido las normas del vestir real y diplomático, y que en el proceso atrajo la atención hacia el sector de la moda británico y sus diseñadores”, dijo la comisaria, Eleri Lynn.

“Vemos que a lo largo de su vida crece en confianza, tomando el control sobre cómo era representada, y comunicando de forma inteligente a través de su ropa”, añadió.

Lynn recordó que, al ser una de las mujeres más fotografiadas del mundo, “cada elección de vestuario” de la princesa era sometida a intenso escrutinio, lo que ella aprovechó con el tiempo para transmitir el mensaje deseado y promover sus causas.

En la exposición, los visitantes podrán apreciar algunos de los modelos más recatados que lució al principio, como el dos piezas de lana estilo cacería de Bill Pashley con el que posó con Carlos a su regreso de la luna de miel de ambos tras su boda el 29 julio de 1981, o la blusa con lazo de la foto de su compromiso.

Del romántico vestido de encaje que llevó en un baile en 1979 en su residencia familiar en Althorp, Diana pasó a glamurosos modelos de fiesta, como el vestido de terciopelo de Victor Edelstein que llevaba cuando bailó con John Travolta en la Casa Blanca estadounidense en 1985.

Junto al fasto y las lentejuelas, trajes de chaqueta y vestimentas de diario pueden verse también en esta exposición, que se mantendrá durante dos años en homenaje a la princesa, que falleció con su novio Dodi Fayed en un accidente de tráfico en París el 31 de agosto de 1997.

El uso diplomático de los vestidos puede apreciarse, por ejemplo, en el modelo de seda de color crema de Catherine Walker con halcones que vistió en una visita a Arabia Saudí, donde ese pájaro es símbolo nacional.

Además de esta muestra, el Reino Unido celebrará con otros eventos el veinte aniversario del fallecimiento de Diana, que motivó en su momento una de las mayores expresiones de dolor público jamás vistas en este país.

El pasado enero Guillermo y Enrique anunciaron que han encargado una estatua de su madre que se colocará en los jardines del palacio de Kensington, donde vivió durante quince años la princesa y ahora residen los príncipes.

Diana ya cuenta con una fuente en su honor en el parque Hyde Park de Londres, que busca reflejar su vitalidad y carácter espontáneo.

(Fuente: EFE)