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Los países de la Unión Europea (UE) acordaron en marzo pasado un plan de sanciones contra Rusia. La primera medida fue la suspensión del programa para la agilización de visados para ciudadanos rusos.
La segunda comprende una prohibición de ingreso a los países de la UE y congelamiento de activos a una lista de 33 funcionarios rusos y ucranianos considerados responsables de la escalada de la crisis en torno a Crimea. La península en el sur del territorio ucraniano pertenecía a Ucrania y fue anexada a Rusia en marzo.
El pasado lunes (28.04.2014) los representantes de la UE acordaron incluir en la lista de sancionados a otras 15 personas, entre ellas, el vice primer ministro Dmitri Kosak, que fue comisionado por Putin para coordinar la integración de Crimea en Rusia. También fueron sancionados líderes de grupos prorrusos del este de Ucrania. Entre tanto el listado comprende a 48 personas.
Sanciones económicas y comerciales
La tercera fase de las sanciones no ha sido impuesta aún y está prevista para cuando, desde el punto de vista del bloque europeo, Rusia dé otro paso en la desestabilización de Ucrania. Entonces entrarían en vigencia sanciones económicas, y comerciales, mismas que la Comisión Europea formulará en nombre de los 28 países miembros.
Estados Unidos impuso limitación a visados y congelamiento de activos a una serie de funcionarios del Kremlin. El lunes 28 de abril fueron incluidas siete personas más, entre ellas, el jefe del consorcios petrolero Rosneft, Igor Sechin. El banco Rossija fue la primera institución rusa en ser sancionada, ahora le siguen 17 empresas que según Washington tienen vínculos directos con el presidente Vladimir Putin.
Adicionalmente han sido impuestas una serie de limitantes a las exportaciones de productos de alta tecnología que puedan ser utilizados por la industria militar rusa. De seguir interviniendo Rusia en Ucrania, Washington amenaza con implementar aún más sanciones adicionales.
¿Cómo ha reaccionado Rusia?
La reacción inicial fue de ironía y enojo. Las personas sancionadas dijeron considerar “un honor“ estar en esas listas, pero entre tanto el Kremlin amenaza con una contraofensiva.“A decir verdad ya nos tienen hartos con sus sanciones y no saben que éstas son como un búmeran“, dijo el vicepresidente del gobierno, Dmitri Rogosin.
El presidente Vladimir Putin amenazó con consecuencias negativas para los consorcios occidentales que operan en Rusia, particularmente aquellos que trabajan en el sector energético. El consorcio petrolero Rosneft coopera con varias empresas occidentales como la estadounidense ExxonMobil, la noruega Statoil y la italiana Eni. El mayor consorcio energético alemán E.ON, ha invertido en Rusia unos 6.000 millones de euros desde 2007, sobre todo en la construcción de centrales nucleares.
Hasta ahora las represalias occidentales han tenido efectos limitados. La suspensión del programa de agilización de visados por parte de la Unión Europea fue algo simbólico y la prohibición de ingreso y congelamiento de activos afecta a un grupo reducido de personas que con toda seguridad pusieron a salvo su dinero.
Las medidas provocan inseguridad
Susan Stewart, analista para el este de Europa de la Fundación Ciencia y Política, afirma que las sanciones duelen, aunque indirectamente. “Se registra un aumento en la fuga de capitales y muchos inversionistas dudan en ingresar a Rusia. El rublo como resultado, se ha devaluado“.
La crisis por Crimea y las sanciones han provocado inseguridad y eso tiene consecuencias para la economía rusa. El Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigió a la baja sus previsiones de crecimiento económico en dicho país de 1,3 a 0,2 por ciento.
El comisionado para Rusia del gobierno alemán, Gernot Erler, considera que Rusia responderá a las represalias de Occidente, lo que podría provocar una vuelta real a la Guerra Fría. También Susan Stewart considera muy probable que Rusia responda con sanciones, pero aún así considera que Occidente tiene que actuar con firmeza.
“Si se mantienen las sanciones débiles, pese a que Rusia se ha anexionado Crimea y continúa desestabilizando Ucrania, entonces continuará haciendo lo mismo y a mediano plazo otros Estados como Moldavia o Georgia podrían verse amenazados por su vecina“.
(Fuente: Deutsche Welle )