(Foto: Morguefile)

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Para Cecilia Malmström, comisionada de Asuntos de Interior de la Unión Europea, “ya es tiempo de que algo cambie”, según dijo en referencia a los planes de Bruselas para facilitar las normas de visado para el ingreso a los países del espacio de Schengen. La planeada reforma prevé, entre otras cosas, reducir de 15 a 10 días el plazo en el que las autoridades deciden si otorgar o no una visa. Las personas que viajan regularmente a los países Schengen podrán obtener una visa múltiple por tres años. Las solicitudes también podrán hacerse online.

Otra de las novedades es que las aduanas fronterizas estarán preparadas para otorgar visas por períodos cortos de tiempo. Según el artículo 33 del proyecto de ley, las medidas se aplicarán para fomentar el turismo. Sin embargo, justamente ese punto es criticado por algunos políticos alemanes. Monika Hohlmeier, de la bancada conservadora de la CSU en el Parlamento señaló en conversación con Deutsche Welle que “es muy posible que los trámites rápidos de visado en las fronteras den lugar a casos fraudulentos. Por lo general, comprobar los datos más importantes para un visado demora cerca de tres días”.

La diputada Ska Keller, de Los Verdes, por el contrario, considera la medida muy positiva: “La simplificación del visado se dirige, sobre todo, a los turistas y las personas en viajes de negocios”, dijo a DW. Keller piensa que el proyecto de ley es una propuesta muy positiva que “hace tiempo que estamos esperando”. La reforma se reflejará ante todo en la economía, ya que la Comisión de la UE calcula con ingresos adicionales de aproximadamente 130.000 millones de euros con los que saldrían* beneficiados los hoteles, restaurantes y tiendas*. Además, se crearían 1,3 millones de nuevos puestos de trabajo en el sector turístico.

Otra posibilidad sería la creación de una visa de viaje con la cual se posibilitaría la permanencia durante un año en el espacio Schengen, con la condición de que el viajero se quede un máximo de 90 días en un país en el lapso de seis meses. Según la comisionada de Asuntos de Interior de la UE, para los ciudadanos de países extracomunitarios, también la obligación de contar con un seguro de salud para obtener una visa es un gran obstáculo: “17 millones de personas solicitaron una visa para la UE en 2013, y más de 6,6 millones de personas renunciaron a viajar a la UE por las dificultades en los trámites”. Según ella, la simplificación del procedimiento ser un “impulso con el cual haremos más fácil que la gente viaje a Europa”.

Críticas: libertad a costas de la seguridad

Para Ska Keller, “el procedimiento de visado es actualmente demasiado complicado y plantea dificultades a las personas que quieren pasar sus vacaciones en Alemania, o visitar a alguien. *Cada paso que facilite una visa es bienvenido*”. Las nuevas normas, de implementarse, tendrían vigor para los 22 países de la Unión Europea que aplican la política de Schengen en cuanto a visados. La excepción sería Gran Bretaña.

A partir del 14 de junio de 1985, los países del Benelux, Alemania y Francia fueron los primeros cinco países que resolvieron, en la cercanía del distrito luxemburgués de Schengen, abandonar los controles aduaneros. Entretanto, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, países que no forman parte de la Unión Europea, sí son parte del espacio de Schengen. Los ciudadanos extracomunitarios que viajan al espacio de Schengen deben pasar a menudo por procedimientos de visado más largos, complicados y caros. Esa condición no rige para los ciudadanos de algunos países como, por ejemplo, EEUU, Canadá, Brasil, Argentina y Australia, a quienes les está permitido permanecer de 90 a 180 días, según el país, sin visa en los países de la zona Schengen.

El Parlamento Europeo y los países de la UE deben tomar ahora una decisión acerca de las nuevas regulaciones, un proceso que comenzará en el próximo otoño boreal, luego de las elecciones a nivel europeo. Monika Hohlmeier no cree que se apruebe el proyecto de ley en su versión actual. “Sobre todo, en cuanto al artículo 33, los países miembros de la UE jamás darán su aprobación”, asegura.

Según ella, hay en él una falta de equilibrio. “Junto con la simplificación del visado se debería introducir un sistema de permiso de viaje electrónico, como el sistema Esta, en EEUU, y el “Smart Borders”, con un registro de entrada y salida”, subraya Hohlmeier. El programa “Smart Borders”, registra de manera automática el ingreso y salida de personas, aún no se ha implementado, y su aplicación puede demorar hasta cinco años más. Sin embargo, “no puede ser que demos prioridad al turismo a costa de nuestra seguridad”, añade la diputada.

(Fuente: Deutsche Welle )