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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos , dio por cerrado hoy el conflicto armado de más de medio siglo con las FARC, en un acto en el que esa guerrilla completó de manera simbólica su proceso de dejación de armas.

“Hoy 27 de junio para mí y creo que para la inmensa mayoría de los colombianos es un día muy especial, un día que jamás olvidaremos, ¡el día en que las armas se cambiaron por las palabras!”, manifestó Santos en el acto celebrado en la zona veredal transitoria de normalización (ZVTN) de Buenavista, en el municipio de Mesetas, centro del país.

El mandatario afirmó que la dejación de armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es “la mejor noticia para Colombia en los últimos 50 años”.

“No somos más un pueblo enfrentado entre sí, no somos más una historia de dolor y de muerte en el planeta, somos un solo pueblo y una sola nación avanzando hacia el futuro dentro del cauce bendito de la democracia”, afirmó el presidente.

El jefe de Estado añadió que el país está hoy emocionado al constatar “el fin de esta guerra absurda que no sólo duró más de cinco décadas”, sino que dejó más de ocho millones de víctimas, entre ellas “más 220.000 compatriotas muertos”.

“Lo que celebramos hoy los colombianos es que armas que alguna vez se levantaron para atacarnos entre nosotros serán guardadas y selladas en contenedores a cargo de las Naciones Unidas”, agregó el presidente y Premio Nobel de Paz.

Santos tomó la palabra al máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, cuando en su discurso este dio el adiós a las armas, al tiempo que pidió que a partir de hoy “debe cesar toda persecución política en Colombia”.

“En adelante, como usted lo ha dicho, esa – su palabra – será su única arma”, manifestó.

El presidente añadió: “Quedan aún deberes recíprocos que ustedes y el Estado tenemos que cumplir para que este acuerdo de paz que hemos alcanzado se traduzca en una paz justa, estable y duradera para nosotros y todas las generaciones por venir”.

Para Santos, la dejación de las armas de las FARC “es el símbolo del nuevo país que podemos ser y estamos comenzando a ser, un país donde las oportunidades lleguen a todos los colombianos”, en especial aquellos de las zonas más apartadas, “donde el Estado no podía llegar por causa del conflicto armado”.

“Estemos a la altura de la paz que hemos logrado. Estemos a la altura de los sueños de nuestros hijos, que hoy nos miran con ojos de esperanza. Estemos a la altura de la historia. No dejemos perder este momento, ni este logro que es de todos, de todos los colombianos”, concluyó el presidente.

EFE