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Río de Janeiro. El Gobierno del nuevo presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, autorizó hoy el envío de tropas federales para reforzar la seguridad en Fortaleza, la capital del estado de Ceará (nordeste) y que ha registrado al menos 41 ataques incendiarios de criminales en los últimos dos días.
“Cerca de 300 hombres y 30 patrullas de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública serán enviados este mismo viernes a Ceará y actuarán por 30 días en acciones de seguridad y de apoyo a las fuerzas policiales”, asegura un comunicado divulgado hoy por el ministro de Justicia y Seguridad Nacional, el exjuez Sergio Moro.
El nuevo ministro afirmó que la actuación de los refuerzos podrá ser prorrogada en caso de que sea necesario.
“La decisión fue tomada tras los episodios de violencia registrados y las dificultades de las fuerzas locales para combatir el crimen organizado sin ayuda”, aclara el comunicado.
El Ministerio indicó que, para el envío de refuerzos, solicitado por el propio gobierno regional de Ceará, también se tuvo en cuenta la gravedad de los hechos y la necesidad de que la seguridad sea garantizada en un esfuerzo conjunto de policías regionales y tropas federales.
Una de las principales banderas de campaña de Bolsonaro, que asumió la Presidencia de Brasil el martes, fue endurecer el combate a la criminalidad, una de las principales preocupaciones de los brasileños y que deja cerca de 60.000 muertes al año en el país.
Los ataques que motivaron el envío de refuerzos se registraron entre la noche del miércoles y la madrugada de este viernes en todos los municipios que forman parte de la región metropolitana de Fortaleza y tuvieron como blancos, principalmente, autobuses, edificaciones públicas y hasta bancos.
Entre las edificaciones atacadas con artefactos incendiarios figuran la alcaldía del municipio de Maracanaú y la sede del Departamento de Tránsito de Fortaleza, en tanto que algunas comisarías fueron atacadas a tiros.
Las autoridades investigan si los ataques son una represalia de organizaciones criminales contra las medidas anunciadas por el gobernador de Ceará, Camilo Santana, para reformar la administración de los presidios del estado.
Santana anunció el martes, al iniciar su segundo mandato de cuatro años como gobernador de Ceará, que una de sus metas será endurecer las reglas en los presidios y poner fin al dominio de organizaciones criminales en los centros de reclusión.
Fortaleza fue una de las ciudades afectadas el año pasado por una guerra de mafias rivales en los presidios de varias regiones de Brasil que dejó más de un centenar de muertos en las cárceles.
El estado de Ceará, además, fue el tercero que más registró muertes violentas en Brasil en 2017, con una tasa de 59,1 muertes por cada 100.000 habitantes.
Antes de autorizar el envío de tropas federales a Ceará, Moro ya había anunciado el jueves que los agentes de la Policía Federal y del Departamento de Administración Penitenciaria que actúan en Ceará recibieron órdenes para colaborar con las investigaciones sobre lo ocurrido y en la represión a los crímenes registrados.
El ministro también ofreció cupos en presidios federales de máxima seguridad para que el estado de Ceará pueda retirar los presos más peligrosos de las cárceles regionales.
(Fuente: EFE)