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El papa Francisco cumplió este miércoles su tercer día de actividades en Brasil, el país con más católicos en el mundo, con una visita a un pabellón de atención a adictos en un hospital de Rio de Janeiro.
El Sumo Pontífice se pronunció en contra de la despenalización del consumo de drogas y aseguró que de esa forma no se reducirá el número de dependientes.
“No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química”, dijo el papa.
“La plaga del narcotráfico, que favorece la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad”, añadió.
Insistió en que este flagelo debe ser atacado de raíz “promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro”.
SU PRIMERA MISA
Más temprano, y durante su presentación ante más de 200 mil peregrinos en el santuario de Aparecida, Francisco, el primer pontífice latinoamericano de la historia, ofició su primera misa.
En esta llamó a los jóvenes a ser “artífices de una nación y un mundo más justo, solidario y fraterno”.