Bayer cerró la mayor adquisición de sus 150 años de historia. (Foto: Getty Images)

Bayer cerró la mayor adquisición de sus 150 años de historia. (Foto: Getty Images)

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La alemana Bayer comprará al fabricante estadounidense de transgénicos Monsanto por US$66.000 millones, con lo que creará una de las mayores compañías de semillas y fertilizantes del mundo.

Las compañías informaron hoy de que han firmado un acuerdo de fusión vinculante. Se trata de la mayor adquisición en la historia de 150 años del fabricante de la aspirina, que tiene una cuota de mercado de productos químicos del 18%, frente al 26% de la cuestionada empresa.

El precio final de compra, de 128 dólares por acción, supone una prima del 44% respecto al valor de las acciones de la firma con sede en St. Louis, Misuri, al cierre de la negociación del 9 de mayo, el día antes de la primera oferta por escrito de Bayer.

“Esta decisión es un paso importante para nuestra división de agroquímica Crop Science y consolida la posición de Bayer como empresa global e innovadora de ciencias biológicas”, destacó el presidente de la junta directiva de Bayer, Werner Baumann.

El presidente y director ejecutivo de Monsanto, Hugh Grant, resaltó que “el anuncio de hoy es la confirmación de todo lo que hemos logrado y del valor que hemos conseguido para los accionistas de Monsanto”.

Las acciones de Bayer subían en la bolsa de Fráncfort un 4,1%, hasta 97,13 euros, tras conocerse el acuerdo que todavía deben aprobar las autoridades de defensa de la competencia, algo que se ocurriá a finales de 2017.

Bayer tiene una capitalización de 79.000 millones de euros y Monsanto de 41.000 millones de euros, según datos de la agencia Bloomberg.

La alemana prevé financiar la transacción mediante una combinación de deuda y capital propio, que en este último caso será de US$19.000 millones.

La sede central de la división de semillas de la empresa fusionada y la central en Norteamérica del negocio de agroquímica Crop Science estará en St. Louis, mientras que el área de productos fitosanitarios y la división Crop Science en su totalidad, que factura unos 10.000 millones de euros anuales, estará en la localidad alemana de Monheim.

Expertos financieros consideran que desde el punto de vista estratégico la transacción tiene sentido por la fuerte competencia y que lo más difícil será mejorar la imagen de Monsanto en Europa, donde hay rechazo a los alimentos manipulados genéticamente.

En el mismo sector, China National Chemical (ChemChina) va a hacerse con el fabricante suizo de semillas y pesticidas Syngenta, en el que también Monsanto tuvo interés pero fracasó, por US$43.000 millones. Asimismo, las estadounidenses Dow Chemical y DuPont también se van a fusionar.

Las agencias de medición de riesgos Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch consideran que con esta adquisición Bayer se va a endeudar mucho y adentrarÁ más en el sector de semillas, en detrimento del farmacéutico, desvirtuando el que hasta ahora era su perfil.

La fuerte presión sobre los costes de las compañías agroquímicas ha generado esta ola de fusiones en el sector, en un momento de debilidad en el mercado de materias primas agrícolas.

Pese a las dificultades actuales Bayer ve potencial de crecimiento y va a invertir 2.500 millones de euros en su sector de agroquímica entre 2017 y 2020.

“Entramos en una nueva era de la agricultura, con significativos retos, que demandan tecnologías y soluciones nuevas y sostenibles para permitir a los agricultores producir más con menos”, acotó el presidente de Monsanto.

Casi el 32% de la facturación de agroquímica, de US$15.000 millones de Monsanto, es con herbicidas, y algo más del 68%, con semillas.

La firma estadounidense está presente en 68 países, entre ellos once latinoamericanos, y emplea a 22.000 personas, mientras que la alemana lo esta en 77 países y da trabajo a 116.800.

Fuente: EFE