(Foto: Wikimedia)

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Pocos han advertido de los peligros de la era digital como Jaron Lanier, dice Martin Schulz, el presidente del Parlamento Europeo. Su crítica no está cargada con pesimismo cultural, ni tampoco con odio a la tecnología, “él advierte desde la posición de un experto del mundo digital”. Sus posturas, libros, charlas y artículos son “realmente esclarecedoras”, por lo que merecidamente ha sido galardonado.

Jaron Lanier nació en Nueva York en 1960. Aprendió a los catorce años a programar y en 1983 desarrolló su primer juego de video. Trabajó para Atari, diseñó guantes de simulación virtual, cámaras e imágenes 3D para el cine. Enseña actualmente en la Universidad de Berkeley, en California, y trabaja como investigador para la Microsoft. Por sus creaciones y aportes ha recibido dos doctorados honorarios. Su último libro “¿Quién es dueño del futuro?” Es sin duda alguna unos de los referentes más importantes en la literatura de la crítica digital.

El nuevo mundo

“Jaron Lanier describe como la ideología del Silicon Valley, la de un mundo tecnológico inteligente, se asemeja más a una nueva religión”, dice Martin Schulz. Un mundo inteligente en donde la red toma las decisiones, cuida de nosotros y se ocupa de nuestras relaciones sociales.

Según Lanier, añadido a los problemas globales de cambio climático, crecimiento demográfico y extremistas violentos, el mundo debe prestar atención a la supremacía de las grandes empresas digitales. Todo lo que aparentemente es gratis en la red, lo estamos pagando con nuestros datos, dice Lanier. Estos gigantes ganan miles de millones con el trabajo de los demás.

¿Desprotegidos en contra del mal?

Es alarmante que aquellos que controlen los grandes servidores de red, controlen también las reglas. Lanier describe a estos monopolios como “la red de espionaje global más grande de la historia mundial”, y como “el imperio de la manipulación de conductas”. Facebook regula, en gran medida, los patrones globales de las relaciones sociales, siendo incierto quien heredará tal poder y de cómo la humanidad se podrá proteger de un eventual abuso de este.

Lanier, durante su discurso en Fráncfort, habló acerca del nazismo: los nazis son prueba de que una sociedad moderna y sensible son susceptibles al mal. “De ahí crece mi preocupación de que la red pueda funcionar como plataforma para nuevas formas de fascismo”, agregó.

Jaron está convencido de que la pérdida gradual de la seguridad es hasta el momento la consecuencia más negativa de la tecnología y advierte del peligro de tratar a las computadoras como artículos religiosos.

En una hegemonía tecnológica de sólo ingenieros y matemáticos no habría democracia. Y en contra de esto es por lo que lucha Jaron Lanier; rescatar al individuo, y con este, su libertad.

(Fuente: Deutsche Welle )