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Cuidado, alerta de spoiler. Maldad pura. Finalmente Cersei Lannister (Lena Headey) obtuvo su venganza y no pudo ser de otra forma: destruyendo el Gran Septo de Baelor. El episodio ‘The Winds of Winter’ de Game of Thrones (6×10) mostró las escenas de cómo la hermana de Jaime se libró del juicio del Gorrión Supremo (Jonathan Pryce) y se convirtió en la nueva reina de los Siete Reinos.
Para lograr su cometido, aprovechó que Loras Tyrell (Finn Jones) enfrentaba un juicio por homosexualidad. Mientras Loras comparecía ante los ‘gorriones’, Margaery Tyrell (Natalie Dormer) presintió que la ausencia de Cersei podría ser peligrosa ¡y no se equivocó!
Es así que el Gorrión Supremo decide enviar a Lancel Lancel (Eugene Simon) a traer a la reina, pero en el camino fue distraído por un niño, al que siguió hasta las profundidades de la capital, donde fue acuchillado en una recámara ubicada justo debajo del septo, la misma que almacenaba decenas de barriles con la fórmula del fuego valyrio que usó Tyrion (Peter Dinklage) en Blackwater, al final de la segunda temporada de Game of Thrones, para detener la invasión de Stannis Baratheon (Stephen Dillane).
Gravemente herido, Lancel intenta apagar la vela que descansaba sobre el líquido verde, pero fue muy tarde. Una explosión remeció Gran Septo de Baelor, acabando con las vidas de los asistentes al juicio, que incluían a Margaery, Loras Tyrell, Gorrión Supremo, Kevan Lannister (Ian Gelder) y Mace Tyrell (Roger Ashton-Griffiths).
Si bien Cersei tomó represarías contra sus enemigos, no contó con la fragilidad del rey Tommen (Dean-Charles Chapman), quien se suicidó. Es así que se cumple parte de la profecía de la bruja Maggy la Rana.
