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Decenas de jóvenes inmigrantes y activistas de derechos humanos protestaron contra la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ponerle fin a la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), programa aprobado en 2012 por el expresidente Barack Obama para proteger de la deportación a miles de jóvenes indocumentados.

Los jóvenes inmigrantes, también conocidos como ‘soñadores’ (‘dreamers’), salieron a las calles de Los Ángeles (California) para mostrar su descontento tras la medida adoptada por la administración de Donald Trump.

Los manifestantes criticaron al gobernante estadounidense y pidieron al Congreso que les brinde una solución legislativa que les proteja de la deportación. La protesta pacífica se repitió en otros estados del país norteamericano.

Al respecto, el propio Trump indicó que espera que el Parlamento actúe en favor de los ‘soñadores’ y trabaje en un proyecto para protegerlos legalmente. El mandatario y su vicepresidente, Mike Pence, recibieron el miércoles en el Despacho Oval de la Casa Blanca a los líderes republicanos y demócratas en el Capitolio, un día después del anuncio del fin de DACA.

Por su parte, 16 fiscales generales estadounidenses demandaron ante una corte de Nueva York a la administración de Trump por considerar que la eliminación de DACA es una decisión “discriminatoria”.

Los fiscales argumentan que la decisión anunciada por el fiscal general del país, Jeff Sessions, “viola los derechos del debido proceso y afecta a los residentes, instituciones y economías de los estados”.

La demanda fue presentada por los estados de Nueva York, Massachusetts, Washington, Connecticut, Delaware, Hawái, Illinois, Iowa, Nuevo México, Carolina del Norte, Oregón, Pensilvania, Vermont, Rhode Island, Virginia y el distrito de Columbia.

Los fiscales de los referidos estados coincidieron en afirmar que la medida de poner fin a DACA tiene la intención de “castigar y menospreciar a la gente de raíces mexicanas”.