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Ocho soldados turcos han muerto este miércoles en un atentado atribuido al grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el este de Turquía, informó la televisión CNNTürk.
Los uniformados murieron por la explosión de una bomba al paso de un convoy de vehículos militares en una carretera de la región de Sirvan, en la provincia suroriental de Siirt.
Numerosas ambulancias de localidades cercanas se han dirigido al lugar del atentado, que también causó un número indeterminado de soldados heridos.
El Ejército ha lanzado una operación para dar con los responsables del ataque.
En Estambul, dos personas han sido detenidas después de lanzar una granada de mano y disparar contra la garita policial situada a entrada del palacio Dolmabahçe, en la parte europea de la ciudad.
Nadie resultó herido en este ataque, y sus responsables fueron detenidos a un kilómetro del lugar del tiroteo, cerca del consulado de Alemania en Estambul.
Hasta ahora ningún grupo armado ha reivindicado esta acción.
El palacio Dolmabahçe es un lugar visitado por numerosos turistas y también alberga un museo y algunas oficinas del primer ministro.
Ankara está inmersa en una “doble ofensiva antiterrorista” contra el yihadista Estado Islámico (EI) en Siria y contra los guerrilleros kurdos del PKK en el sureste de Turquía y el norte de Irak, como consecuencia de una oleada de atentados en la segunda mitad de julio.
Sin embargo, hasta ahora los ataques aéreos turcos se han centrado en la guerrilla kurda, que posteriormente ha puesto fin a un alto el fuego unilateral de dos años y ha lanzado numerosos atentados contra las fuerzas de seguridad.
Cerca de medio centenar de miembros de las fuerzas de seguridad turcas han muerto por atentados y ataques del PKK desde el 20 de julio.
(Fuennte: EFE)