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DESOLACIÓN. Las postales de Katmandú y las principales ciudades de Nepal muestran una realidad triste y sombría luego del terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter que el sábado sacudió a ese país.

Edificios derrumbados, casas destruidas y más de 2.300 fallecidos y 6.000 heridos es el trágico saldo que dejó el desastre natural, aunque las autoridades nepalíes creen que la cifra de víctimas podría incrementarse con el correr de las horas.