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El embajador ruso ante la OTAN, Alexander Grushko, aseguró hoy que el refuerzo militar en el este europeo que acaba de decidir la Alianza Atlántica está “injustificado” y es “contraproducente” para la seguridad de Europa y de la región.
“Creemos que las medidas en el flanco este no están justificadas, son excesivas, son contraproducentes, debilitan la seguridad europea y regional y vuelven a los esquemas de la Guerra Fría”, señaló Grushko en rueda de prensa tras participar en una reunión del Consejo OTAN-Rusia, en la que los aliados explicaron las medidas adoptadas en su cumbre del 8 y el 9 de julio en Varsovia.
El representante ruso afirmó que el “modelo de confrontación” por el que ha optado la Alianza “contradice la seguridad de los europeos” y agregó que esa organización “necesita un enemigo” para justificar la expansión de sus actividades militares en Europa oriental.
“No es un secreto para nosotros que la crisis en Ucrania es utilizada como pretexto para este incremento de actividad militar”, comentó.
Entre las medidas adoptadas en la cumbre, destaca el emplazamiento de unos 4.000 efectivos en cuatro batallones en Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, liderados por Estados Unidos (EEUU-USA), el Reino Unido, Canadá y Alemania, respectivamente, así como de una brigada multinacional en Rumanía.
Grushko coincidió en que la reunión hizo posible un “intercambio de impresiones abierto y franco”, como ya lo había calificado minutos antes en otra rueda de prensa el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
En cambio, lamentó que el territorio de los países del este de Europa, “que dicen de sí mismos que son Estados en la línea fronteriza, se esté convirtiendo en una plataforma para actividades militares y despliegues militares y para proyección de fuerzas hacia Rusia“.
“El principal riesgo es que el refuerzo de la OTAN, basado en la amenaza mítica de Rusia, tome la forma de planificación y actividades militares en nuestras fronteras”, indicó, y alertó sobre planes aliados de posicionar en el futuro equipos pesados o para apoyar a sus efectivos.
Sobre la crisis en el este de Ucrania, que fue abordada en la reunión, Grushko subrayó que su país ha propuesto medidas para garantizar la seguridad en esa región, aunque una solución estable sólo será posible mediante “la implementación de los aspectos políticos de los acuerdos de Minsk”.
“No hay actividad militar rusa en Ucrania”, recalcó, y consideró que el refuerzo de la OTAN “no tiene nada que ver con la situación en Ucrania”.
Respecto a la propuesta a la que aludió hoy Moscú en la reunión del Consejo OTAN-Rusia para incrementar la seguridad aérea en el Báltico, Grushko detalló que “los aviones de muchos países están volando en la región con los transpondedores apagados”.
“El problema de los transpondedores apagados o encendidos no es un problema relacionado con las actividades de los vuelos de las Fuerzas Aéreas rusas”, aseguró.
Por esa razón, explicó, “propusimos consultas para discutir ese problema”.
“La OTAN está creando un nuevo entorno de seguridad en lugar de adaptarse a un nuevo entorno de seguridad”, como recalca la Alianza, insistió el embajador ruso, quien agregó que es su país el que debe adaptarse a esos cambios.
“¿Quién sale ganando de todo esto? Nadie. No es nuestra elección. Pero por supuesto tomaremos las medidas para proteger nuestra seguridad con todos los medios posibles. Lo mejor es detener esta actividad militar” y dejar de proyectar esa fuerza hacia Rusia, concluyó.
Fuente: EFE